Fleming
Dr. Benito
Mario Guerstein
bubi@terranet.com.ar
He reseñado las vidas de Chaplin, Picasso, Einstein, Russell, Freud y Gandhi, a partir de los sesenta años de cada uno de ellos. Todos tenían su obra realizada y conocida a esa edad, y la vida les dio tiempo para proyectarse después hacia las estrellas. Con Fleming no ocurrió así, ya que su fama nació en el 41, a los sesenta, como una estrella fulgurante y fija en el cielo. Y nació de súbito, como por generación espontánea.
La penicilina había sido descubierta por Fleming trece años antes, en el 28, en cubetas de laboratorio y como resultante de un juego. Porque a Fleming le gustaba jugar y dibujar, como a todos los científicos solitarios. Por otra parte, los trabajos en el laboratorio son siempre silenciosos, y hechos por hombres silenciosos. Al contrario de los trabajos de los políticos y de los militares, que hacen mucho daño y, en el mejor de los casos, "mucho ruido y pocas nueces", parafraseando a Shakespeare.
El 41 sorprendió a Fleming a los sesenta, sentado ante el microscopio, mientras Londres era bombardeada por los alemanes. Fue el único patólogo que permaneció allí durante toda la guerra, con el sonar de las sirenas, el peligro de las bombas que caían desde los aviones, y el peligro no menor de las bombas incendiarias, rodeado de bomberos y de estudiantes: St. Marys nunca dejó de ser escuela de medicina.
El 41 registró, también, el primer paciente tratado con penicilina: Albert Alexander. Siguieron otros pacientes, y la fabricación de penicilina a nivel industrial, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra.
En el 43, se publicó el resultado del tratamiento en ciento ochenta y nueve pacientes.
En el 44, Fleming recibió distinciones en Filadelfia, Toronto y Ulster. Al año siguiente, en Princeton, Pensilvania y Harvard; Montreal; Edimburdo; París; Roma...
Coronó el 45 al recibir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, compartido con Florey y Chain, de Oxford.
En el 46, recibió distinciones , entre otras, de Brasil, Turín; otra vez Filadelfia y Edimburgo.
También fue distinguido ese año por Argentina, al ser designado miembro honorario de la Academia de Medicina de Buenos Aires.
En el 47, pronunció una serie de conferencias en Viena. En el 48, recibió nuevas distinciones en Francia. Entre otras, la Casa de la Moneda francesa lanzó una medalla con la efigie de Fleming. En España, recibió distinciones en Madrid, Barcelona y Sevilla. En el 49, lo distinguieron Atenas, Chipre, Chelsea, Roma, Nueva York, Oklahoma, Verona...
En octubre de ese año murió su esposa.
En el 50 viajó, nuevamente a los Estados Unidos, y posteriormente fue distinguido en Milán, Dublin y Río de Janeiro. En el 51 fue invitado a Pakistán y la India. En el 52, fue distinguido en Lausana, Ginebra, Atenas... En el 53 visitó nuevamente la India y en abril casó por segunda vez , con Amalia Voureka, su secretaria y discípula. Viajó por una vez más a los Estados Unidos, y en Cuba fue distinguido en diversas instituciones. A fines del 53 enfermó, y su mujer lo representó en Niza. En el 54 fue galardonado en Utah, México y San Pablo, en su quinto y último viaje a América. También ese año recibió títulos honoríficos en Burdeos.
Ese año, la Universidad de St. Marys, donde Fleming trabajó toda su vida, se vistió de fiesta para celebrar las bodas de plata de la publicación de su primer artículo sobre la penicilina, en el 29.
Fleming murió en el 55, el 11 de marzo, de una trombosis cerebral.
Lector: todo está muy cerca en el tiempo, pero... ¿Es la penicilina el descubrimiento más importante en la historia de la medicina? No hay dudas que la penicilina ha salvado más vidas que cualquier otra droga, en la historia de la Humanidad. Y sigue salvando. A ello se agrega el camino que la penicilina abrió a los antibióticos descubiertos después. Entonces...¿porqué tantos homenajes a Fleming? ¿Es el inconciente colectivo de los pueblos, que detecta a sus verdaderos benefactores? ¿Es el inconciente colectivo de los pueblos el que los olvida, desagradecido? ¿Es Fleming un nuevo mesías de la ciencia, olvidado un poco ahora, tan pronto? Tú tienes la respuesta.