Transformaciones corporales: un desafío para el adulto mayor
Marina Bongiorno
Marina Canal
En el marco del Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores, perteneciente a la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Humanidades, se lleva a cabo el taller "Mi Cuerpo, este desconocido"; coordinado por una profesora de Educación Física y co- coordinado por una Psicóloga, se realiza una vez por semana con una duración de una hora y media.
Con el motivo de relatar como es la experiencia en el taller, sus objetivos, su metodología y compartir con ustedes algunas conclusiones; pensamos necesario reflexionar a cerca de que entendemos por envejecimiento y fundamentalmente como se nos presenta el cuerpo en dicho momento, que en sus transformaciones y escenario de pérdidas y cambios se presentan para el sujeto mostrando una imagen de sí diferente a la que se presentaba hasta el momento. Surgen para nosotros infinitas preguntas; ¿qué hacer con ese cuerpo?, ¿cómo hacer?, ¿qué puede?.
Cuerpo que en el viejo aparece como una paradoja, es un cuerpo que ha envejecido por el paso del tiempo, tiempo cronológico, sucesivo, ligado a la continuidad que aporta la edad, y un cuerpo nuevo, desconocido en las diferentes posibilidades dispuesto a ser re-descubierto para sentir placer de movimiento, de compartir el hacer en el trabajo grupal.
El tema del envejecimiento implica investigar las transformaciones y cambios que exigen un trabajo de elaboración psíquica, es decir re-significaciones en el orden de la subjetividad de las relaciones intersubjetivas y por ende el funcionamiento como sujeto. Está atravesado por la historia singular y su procesamiento psíquico y por la inserción socio-económica cultural.
En este caso donde el paso del tiempo patentiza la transformación, nos preguntamos ¿cómo cada uno envejece? y ¿cómo cada uno asume los cambios del cuerpo que se le presenta?. Estos interrogantes implican una singularidad; particularidad en su trabajo de metabolización y significación de dichos cambios, cada uno hará su propia historia personal.
Reconocer en su propio movimiento la posibilidad de hacer con su cuerpo que habiendo envejecido en lo biológico es un cuerpo nuevo para su psiquismo ya que faltan representaciones a cerca de "como puede", "como está", ¿qué limitaciones tiene?, qué se esta moviendo y que se está pensando. Expresiones como "empecé a sentir un lugar del cuerpo que lo declaraba inexistente" José de 55 años.
"Tengo que trabajar coordinación porque me falta; a veces me siento perdida" Rosita de 70 años.
"Los ejercicios de respiración me vienen bien porque yo soy muy bronquial" Mabel de 68 años.
"Cada uno va descubriendo" Violeta de 70años
" Lenta pero segura" Delia de 84 años.
"Acá pensamos en lo que hacemos" Sofía de 64 años.
Proponemos la actividad física como un instrumento que pone en juego ese cuerpo en su accionar, permite confrontar lo que pensaban y creían de su cuerpo con el encuentro en sus posibilidades reales. "Soy muy dura no voy a poder" dice Sofía posteriormente sorprendida dice "hice toda la clase".
En la acción se encuentran con su propia realidad expandiéndose desde su cuerpo hacia el espacio.
El grupo es un tiempo y un espacio diferente, pone en funcionamiento palabras, fantasías, acciones a compartir con otros intercambiando experiencias, vivencias. Es un ámbito donde reflexionar y encontrar salidas, es un lugar privilegiado para crear lazos y vínculos, donde sentirse parte de; donde construir una historia con otros. El hombre busca otro que lo reconozca, otro para ser. Así la existencia humana no está cerrada sobre si misma, sino apertura, un deseo, una intencionalidad.
El ser mirado, escuchado por otros da garantía de existencia y pertenencia.
Encontramos dichas expresiones:
"Hacer la actividad sola no es lo mismo"
"A mi me gusta las actividades en grupo"
"Me gustan las actividades en grupo"
"Ver como lo hace un compañero incentiva y estimula"
".....el hermoso grupo con el que compartí"
"confraternidad, parecemos hermanos"
Estas expresiones demuestran una identidad que se construye en las posibilidad de reconocerse en otro.
Metodología:
Como anunciábamos en el comienzo, el Taller pertenece al Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores. (FHCE-UNLP); esto determina el tiempo de trabajo en dos cuatrimestres separado por un periodo de vacaciones. Estimamos aproximadamente trece reuniones, destinando la primera para presentar la tarea, los coordinadores y las expectativas de los alumnos. En la ultima clase hacemos una evaluación, relacionada con las transformaciones que cada uno pueda registra a posteriori del cuatrimestre. Considerando la evaluación como un proceso continuo.
Usamos la actividad física como instrumento para la participación y para el desarrollo de los conceptos de autoestima, responsabilidad, control y actualización con el fin de promover alguna modificación, cambio e integración. Se apela a una pedagogía liberal y activa, en la que la participación, la autonomía, la iniciativa, la creatividad, el placer por la acción son las actitudes deseadas. Todo ello mediante actividades que se van sugiriendo, como así también lo que ellos mismos proponen, teniendo en cuenta el objetivo de esa clase. La observación por parte de docente está siempre presente y la corrección es discreta, no necesariamente sistemática.
No se busca la reproducción de esquemas de movimientos sino que, partiendo de una propuesta de trabajo orientada hacia la resolución de un problema motriz u organizativo, se pretende crear una situación de búsqueda y elaboración de respuestas diversificadas, es así que cada uno encuentra formas más acordes con su propia realidad corporal y contribuye a que los grupos, siempre muy heterogéneos, puedan elaborar poco a poco su propia dinámica de trabajo. Ocupamos como profesores un lugar de orientadores o hilo de conducción del proceso y ello ayuda a no crear demasiada dependencia con el docente, a su vez aportamos sistematicidad a la actividad. Esta forma, no obstante, se introduce de una manera progresiva pues no es el "diálogo pedagógico" que los envejecentes esperan encontrar, pues tal como ha sido adiestrado en el proceso educativo en otros momentos de su historia, el saber lo tenía el docente, quien indicaba, "que", "como", "donde", "cuando", etc. hacerlo; en cambio el verdadero diálogo entendemos, es aquel en el que tanto el docente como el participante tienen algo que decir.
Estructura de las clases:
Para el período de la actividad motriz, tenemos en cuenta el siguiente esquema:
- Entrada en calor
- Parte central
- Vuelta a la calma
Debido a que el organismo envejecido precisa más tiempo para adaptarse al nuevo estado de la situación la primera y última, requieren mayor duración y poseen un papel predominante.
En la entrada en calor, que es la puesta en marcha, se proponen, distintos desplazamientos con cambios de dirección, cambios de sentido acompañados con movilización de articulaciones, tomas de contacto al suelo con distintos apoyos, vivenciando los mismos. Aquí comienza el reconocimiento del espacio de acción, En esta etapa siempre se trabaja en relación con parte central de la clase por ello si usamos materiales, es oportuno que se incluyan en este momento.
Los materiales con los que se trabaja tienen funciones como ser:
- Son excusa y son medio para la exploración, descubrimiento, y búsqueda de las nuevas situaciones, sensaciones y posibilidades. Un enriquecimiento para las experiencias.
- Son elementos para la relación y comunicación por ejemplo, comparten un determinado ejercicio a través de ellos.
- Entran en contacto directo físico, verbal y no verbal con ellos mismos y con los otros para su mediación.
- Facilitan la atención selectiva hacia las partes de nuestro cuerpo que están en movimiento, o que no deben estarlo.
- Propicia la creación de formas lúdicas y jugadas de cada situación; ejemplo de ello son los elásticos, las pelotas, los papeles, los diarios, los globos, las sillas, etc.
En la parte central, se trabaja sobre el mantenimiento de las capacidades de coordinación, entre otros contenidos, se propicia el mejoramiento de ajustes posturales, equilibrio, coordinación dinámica general, coordinación visomanual y en cuanto a lo perceptivo motriz-percepción del espacio y percepción temporal. En referencia a la percepción del cuerpo tratamos que los movimientos sean conscientes y controlados por su voluntad, desarrollando una actitud de escucha de su propio cuerpo, de sus sensaciones. También el trabajo sobre la condición física: desarrollando cualidades físicas básicas como lo son la resistencia aeróbica, la flexibilidad y la resistencia muscular. Todo ello puede incluir o no el uso de material didáctico, mencionado en la primera etapa de la clase, como también formas jugadas o juegos; empleamos música ya que se observa el aumento de la expresividad, la coordinación con la propia acción o con el compañero, se introduce el ritmo. El disfrute estético, etc.
A la par de estas tareas se fomenta el mantenimiento de funciones nerviosas, como lo son la observación, la atención, la memoria, la coordinación y la abstracción.
Se maneja en los ejercicios el principio de duración de las distintas actividades, sobre el principio de intensidad.
Las formas jugadas o los juegos tratamos de que estén siempre presentes pues tienen un carácter motivador. Mediante éste se logra salvar obstáculos y tabúes que a veces relegan el juego a etapas infantiles. Este poder motivante ayuda a que cualquier ejercicio se realice con mayor espontaneidad, facilitando su ejecución pues no están pendientes de cuántas veces se agachan para tomar un elemento, cuántas veces giran o caminan más rápido hacia una meta, como lanzan un objeto a un compañero, etc. Por consiguiente logran mayor comunicación dentro del grupo sin estar pendientes de las dolencias corporales, a su vez se introduce la regla a la que muchas veces cuesta escuchar, aprehender, y cumplir en el marco del juego.
La vuelta a la calma: se reservan para esta parte situaciones de muy baja intensidad y que induzcan a la calma, se finaliza con técnicas de relajación. La música lenta, es imprescindible.
Proponemos la distensión de cada parte del cuerpo adoptando cada uno una posición deseada, hay un seguimiento mental de las partes corporales, dirigida por el profesor, para provocar una disminución del tono muscular parte por parte hasta llegar a su totalidad. El control respiratorio se va normalizando sin esfuerzo y lentamente. A veces se incluyen juegos de baja intensidad.
En el cronograma de actividades incorporamos dos clases en una piscina climatizada y una caminata. Tanto los objetivos como los contenidos responden a lo pretendido en el resto de la tarea.
Aclarado esto, invitamos a que se tomen como una experiencia más a nivel corporal, como una posibilidad más dentro de un medio diferente al habitual y que conlleve una serie de sensaciones corporales y motrices que en la mayoría de los casos son desconocidas.
El hecho de desnudarse, ponerse un traje de baño y mostrar el cuerpo envejecido es una de las pruebas de fuego a la hora de iniciar las clases, por ello anticipamos desde la palabra para que se puedan exteriorizar dudas, miedos, vivencias anteriores,etc. Liberar el cuerpo de la fuerza de gravedad y por lo tanto del peso hace que el envejecente viva su cuerpo de manera diferente, sentirlo menos pesado y más disponible, facilitando la realización de muchos movimientos que en el suelo requieren mayor esfuerzo y presentan mayor riesgo.
Este efecto provoca la descarga de la estructura ósea y articulaciones, relajando los músculos y disminuyendo los dolores articulares.
La presión hidrostática del agua ejerce una acción de masaje sobre la piel y los músculos, estimulando la conciencia de la superficie corporal, mejorando el retorno venoso y la eficacia del trabajo cardíaco, consiguiendo además ese estado de bienestar y placidez que estamos buscando.
El agua es también un elemento lúdico y de relajación social inmejorable que provoca risas y el diálogo.
Es posible la práctica segura del ejercicio dado que la reducción de la velocidad de los movimientos por la mayor densidad del agua impida la realización de ejercicios bruscos que puedan provocar lesiones. También impide un desgaste rápido de la reservas de energía y retrasa la fatiga, prolongando la duración del tiempo total de la práctica mejorando la resistencia aeróbica y la adaptación cardiovascular.
La presencia del profesor dentro de la piscina les otorga una mayor confianza y seguridad.
En cuanto a las caminatas, se realizan dentro del cuatrimestre como mínimo una y máximo dos. Son programadas en un espacio abierto a convenir y dentro de la ciudad. En lo posible buscamos suelos blandos, (tierra parquizada), para una adaptación y mayor trabajo del pie, liderar a las articulaciones del tren inferior de los rebotes innecesarios.
En ellas sincronizamos cantidad de pasos, ritmos, más lento, más rápido, conjuntamente con la respiración hasta encontrar un equilibrio que es particular y por ello diferente al compañero. Se controla la frecuencia cardíaca, y se enseña a tomarla. Siempre está la opción de incluir un juego en alguna etapa de la caminata, cerrando con el estiramiento muscular.
Finalizada la actividad motriz, abrimos un espacio donde vuelcan ideas con relación a la experiencia, sensaciones, fantasías, miedos, inhibiciones, etc. La palabra se anuda al cuerpo, da sentido permitiendo la simbolización de aquello no incorporado, no reconocido, no descubierto hasta el momento como fuente y motor de nuevos movimientos y al re-encuentro con perdidos y olvidados.
A través de la circulación de la palabra descubren el cuerpo actual que posee una historia, que fue de una manera, que pudo determinados cosas, aparece el cuerpo anterior, el cuerpo joven ligado a la época, "en esa época no era común ir a la pileta yo nunca me metí" Mabel 64 años. "yo siempre fui asmática me prohibían hacer gimnasia, ahora tengo mas capacidad respiratoria". Leisa 57 años.
Este cuerpo que paulatinamente van conociendo les permite proyectar desde el presente y "hacer" desde su deseo.
Conclusiones:
Nos resulta difícil plantear ideas concluidas a modo de consideraciones cerradas, en un trabajo que permanente sorprende y conmueve a los alumnos como a los coordinadores. Creemos que algunas situaciones anteriormente expuestas son conclusiones arribadas, fundamentalmente que las modificaciones se dan en una mejor calidad de vida con relación a sus actividades diarias. Hay un mayor desarrollo del cuerpo, no se trata de evitar el movimiento sino que hay una transformación en el "como".
En esta parte del trabajo deseamos compartir con ustedes algunas reflexiones de los adultos mayores para continuar pensando sobre el tema en forma conjunta.
"El conocimiento del cuerpo y del movimiento hace a los cuidados, de acuerdo a lo que me decía el medico tendría que estar toda quietita" Delia 84 años.
"Ahora tengo mas seguridad en mis movimientos, me siento con mas fuerza" Violeta 72 años
"Adquirí mas libertad en mis movimientos" José 60 años
"Estabamos un poco almidonados para formar un grupo y con el cuerpo" Lucy 65 años
Acordamos en concluir con una poesía que escribió un alumno a modo de evaluación:
Llegamos desde dispersos
Lugares de la ciudad
Siguiendo unos hilos
Casi invisibles;
Nos encontramos, nos conocimos
Compartimos.Por una de esas magias
Que tiene la realidad
Sentimos y vimos
Que los deseos
Se convertían en movimientos:
Movimientos de libertad
Del cuerpo, de la mente.
Nosotros somos los protagonistas
Del viaje de llegada,
Del vuelo de los desplazamientos,
De los latidos de la sensibilidadDe cada una, de cada uno...
Estas pulsaciones, estos alientos
Que nos descubren
A estos desconocidos
Que somos nosotros mismos...
Referencias Bibliográficas.
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