Número Aniversario (10
años!!) - Noviembre 2008
Prevención de suicidios en adultos mayores
Rita
Amaral
rsamaral@psico.edu.uy
Resumen
El presente trabajo trata sobre el suicidio, el envejecimiento en el mundo y en nuestro país, con particularidades que les toca vivir a los actuales adultos mayores. Se realiza una breve historia de cómo se fueron desarrollando los estudios sobre el suicidio, sobre los prejuicios, que se potencian, tanto sobre el suicidio y la vejez.
Se detallan los criterios expresados por la OMS, y las recomendaciones que realizan los expertos mundiales sobre prevención del Suicidio y se discute cada una de ellas. También se analiza la influencia de la religión, como factor de prevención ante esta conducta. Reseñamos lo que existe en nuestro país sobre prevención en el tema.
Se exponen diferentes teorías que aportan las características del suicidio en los ancianos. Describimos la teoría del psicoanalista Edgardo Rolla, sobre el suicidio de los adultos mayores y la teoría de la Dra. Graciela Zarebski acerca de como el envejecimiento se puede tornar normal o patológico. Para finalizar la exposición se realiza una síntesis de lo tratado, dándose una opinión personal sobre como se debería encarar el tema de prevención del Suicidio en Adultos Mayores.
Palabras clave: suicidio, envejecimiento y vejez, prevención
Prevención de Suicidio en Adultos Mayores
Para hablar de la prevención de Suicidio en Adultos Mayores corresponde en primer lugar ubicarnos en las dos temáticas que se entrecruzan. Comenzaremos por decir que el Suicidio al igual que la Vejez no son problemáticas exclusivas de una disciplina y desde el punto de vista epistemológico, el Suicidio y la Vejez se pueden entender desde el paradigma de la complejidad (Edgar Morin, 1995) porque son sucesos que " interconecta pensamientos y fenómenos, sucesos y procesos, donde los contextos físicos, biológicos, psicológicos, lingüísticos, antropológicos, sociales, económicos, ambientales son recíprocamente interdependientes"(Gallegos,M. 2005. pág.347).
La importancia del tema a tratar queda expresada por las cifras que muestra la Organización Mundial de Salud (OMS), pues en el mundo cada 20 segundos hay una muerte por Suicidio y cada 2 segundos hay un Intento de Autoeliminación (IAE).
Los datos que proporciona el Ministerio de Salud Pública, desde el comienzo del siglo XX nos indican que se consumaron promedialmente 10 suicidios cada 100.000 habitantes, hasta el año 1990. Posteriormente aumentaron hasta llegar a un máximo, en el año 2002, con 18 s./100.000 h., descendiendo dicho guarismo en los años sucesivos, hasta el 2006 que volvió a incrementarse.
Tablas estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Salud Pública de Suicidios en el Uruguay entre los años 2000 al 2005
de 5 a 9años 10 a 19 años 20 a 59 años 60 y más sin identificar Total Año 2000 0 24 331 220 10 565 Año 2001 0 25 305 171 4 505 Año 2002 0 42 400 247 3 692 Año 2003 0 23 334 183 3 543 Año 2004 1 29 317 174 6 527 Año 2005 0 35 285 182 1 503 Corresponde destacar que en nuestro país existe un buen registro médico en las defunciones, y a pesar de ello se estima que existe una cifra oscura que va del 3 al 4 c/100.000 de suicidios en general "La trascendencia que adquiere el suicidio en la vejez está dada por la prolongación de la vida y el crecimiento de la población vieja, siendo éste uno de los fenómenos más importantes de mitad del siglo XX y comienzos del XXI. En los países desarrollados, en el año1900, 40% de los recién nacidos llegaban a los 65 años. De los que nazcan en la 1º década del siglo XXI, el 80% van a llegar a esa edad ( Matusevich,D.y otros, 2003,pág.119)
El Uruguay cuenta con la población más envejecida de América Latina, producto de una conjunción de acontecimientos de los cuales destacamos los más importantes: como el mantenimiento estable, por más de 50 años, de bajas tasas de natalidad, procesos sucesivos de emigración de población joven y aumento del promedio de vida. Actualmente cuenta con un 17 % de adultos mayores de 60 años, cifras que alcanzará a 25% para el 2050 según las proyecciones demográficas, y debiéndose tener en cuenta que la franja etaria que más crece es la de 80 años y más (Berriel y al. 2006. pág.22).
Por lo dicho con anterioridad, la generación actual de personas mayores le toca vivir una vejez más extensa, en el tiempo. Si tomamos la jubilación como inicio de esta etapa de vida, tendrá 20 o 30 años más de existencia, lo que significa que queda muchos años en los cuales deberá replantearse nuevos proyectos de vida.
Atento a los prejuicios que sostiene el imaginario social sobre la vejez, la sociedad en sí, no ha tomado conciencia que debe realizar cambios esenciales para que estas personas longevas tengan una buena calidad de vida, sean respetadas y atendidas en sus necesidades físicas, psíquicas y sociales.
Debemos tener en cuenta que estamos estudiando dos temas, que la mayoría de las veces no son tratados con la profundidad requerida. Al imbricarlos subrayaremos que los prejuicios y mitos existentes como ya dijimos, en el imaginario social, sobre ellos, se potencian, lo que agudizan el hecho de que no se hable, se oculta, no dándoles la comunidad y los profesionales la importancia que tienen, tomando una actitud pasiva ante los problemas que surgen y no buscan las soluciones que corresponden.
Breve reseña del concepto suicidio
La palabra SUICIDIO proviene del latín de "sui" (de si mismo) y "cadere" (matar) suicidio significa, por lo tanto, matarse a si mismo. Esta palabra se comenzó a utilizarse en Gran Bretaña y en Francia en los siglos XVI y XVII respectivamente. En l817 aparece en el diccionario de la Real Academia Española. Antes se expresaba como matarse, destruirse, o asesinarse, y Cicerón lo nombraba como "mors voluntaria" ( 106-43 a.c.)
Evolución sobre el estudio del Suicidio
El primero en estudiar específicamente este problema fue Durkheim en su obra " El Suicidio" (l897) donde realiza una investigación sociológica, considerando que se trata de un fenómeno social. Y lo define como "toda muerte que resulte, mediata o inmediatamente, de un acto positivo o negativo realizado por la víctima misma"
Freud fue el primero en dar explicaciones psicológicas a este suceso, postulando que los motivos del suicidio eran intra psíquicos, originados primero en el inconciente y en cuya psicodinámica intervenían toda la agresión y la hostilidad contra sí mismo al no poder exteriorizarla. Thanatos se impone a Eros. El sujeto proyecta hacia sí mismo la agresividad por un complejo de culpabilidad, y por la identificación con un objeto introyectado y ambivalente amado.
La filosofía se ha ocupado mucho del Suicidio. Albert Camus en 1942 manifiesta que el único problema filosófico verdaderamente serio: es el Suicidio. Thomas Szasz,(1999, pág. 17) en su libro "Libertad Fatal" , expresa que el Suicidio es nuestra última y definitiva libertad y agrega textualmente " Durante mucho tiempo, el suicidio fue una materia reservada a la Iglesia y a los curas. Ahora es un tema del Estado y de los médicos. En el futuro será una elección individual y no tendremos en cuenta lo que la Biblia, la Constitución o la medicina nos digan".
Como vemos existen distintas opiniones sobre el Suicidio, si corresponde que se prevenga o no, esta delicada discusión se ha planteado desde la época de los griegos y romanos hasta nuestros días.
Hasta principios del siglo XX la iglesia Católica era nuestra religión oficial, por lo cual, no se enterraban en los cementerios a las personas que se suicidaban, porque morían en pecado mortal. Por lo que estaba muy mal visto socialmente y los familiares sentían vergüenza, lo que los llevaba a ocultarlo, se sentían estigmatizados. Esto se mantiene con mucha vigencia.
Podríamos decir que los modelos descriptos anteriormente son reduccionistas pues solo consideran una sola causa lo que produce la conducta suicida. A partir de la década del 80 en adelante comienzan a surgir los modelos multidimensionales (Gonzalez, J. Ramos, Y. 1997 págs.5 a 10) como el Arquitectónico de Mack, el de Trayectorias de desarrollo del suicidio de Silverman y Felner, el basado en el estado de la mente de Bonner y Rich, el cúbico del Suicidio de Shneidman y de sobre posición de Blumenthal, lo que se ajusta más a la realidad de la conducta suicida. Cabe señalar que cada estudioso del tema realiza su teoría y su propia definición, pero aún no existe ninguna aceptada por la mayoría del espectro científico.
El suicidio de los viejos se toma como algo justificado, "atribuyéndolo a una decisión libre, racional o existencial, consecuencia lógica de la edad, la soledad y el hastío de vivir"(Vidal, A. 1999, pág.103) no produciendo la angustia que provoca el Suicidio en otras edades, aunque serían más evitable, porque no son impulsivos, son meditados, y dan señales antes de ser realizados en general.
Políticas de Prevención del Suicidio
A pesar de tratarse el suicidio de un problema de salud pública, no se han desarrollado estrategias de prevención de suicidios. Solo en naciones como Finlandia, Inglaterra, Japón, Suecia, Noruega, Cuba, Dinamarca, existen programas de prevención. La OMS ha sugerido seis principales acciones para disminuir las muertes por suicidio: tratamiento de la enfermedad mental; control de la posesión de armas de fuego; destoxificación del gas doméstico y de los gases de vehículos de motor; control de la disponibilidad de las sustancias tóxicas; disminución de las noticias sensacionalistas en los medios de difusión de carácter masivo.
En nuestro País solo existen varias líneas telefónicas de ayuda para quien manifiesta que se quiere matar. Algunas líneas funcionan las 24 horas del día. Y en el momento actual, el MSP ha realizado un protocolo para aplicarlo en Atención Primaria en Salud, cubriendo dicho protocolo todas las franjas etarias.
El 27 de diciembre del año pasado se decretó que el 17 de julio de todos los años fuese el "Día nacional para la prevención del Suicidio".
En el momento actual los expertos en la prevención de la conducta suicida recomiendan:
1) Educar a la comunidad para reconocer cuándo alguien está en riesgo de suicidarse y cómo ayudar a esa persona poniéndola en contacto con personal adiestrado en poderla derivar a los profesionales correspondientes.
2) Fomentar el número de voluntarios con adiestramiento en la prevención del suicidio y en la intervención en crisis.
3) Que se realicen campañas públicas, por los diferentes medios de difusión, en procura de mejor calidad de vida hacia los grupos vulnerables, desmitificando al suicidio y el estigma de las enfermedades mentales.
4) Trabajar con la radio y la televisión para educar al público que el suicidio es prevenible, y evitable porque en si no es una solución de vida.
5) Adiestrar a todos los profesionales en el tema.
6) Incrementar las investigaciones en riesgo suicida y programas de prevención
7) Evaluar formalmente los programas de prevención de suicidio para determinar sus aciertos y fallas y en qué dirección trabajar.
La primera de estas recomendaciones es esencial para la prevención del suicidio en adultos mayores, porque cuantas más personas de la comunidad pueda reconocer los riesgos o señales que dan las personas que tienen ideas suicidas o ya han proyectado un plan de como quitarse la vida, podrán ayudar a esos seres humanos hablándoles con el fin de que descarguen la angustia, la culpa, etc. que tienen y si no se sienten capaces para ello ayudarlos a acercarse a otra persona que pueda apoyarlos ya sea una persona preparada en el tema o un profesional especializado.
Con respecto a la segunda recomendación no existe en nuestro país una conciencia de voluntariado. Sería muy útil desarrollarla sobre todo para los adultos mayores, así encontrarían actividades que los haría sentirse útiles, les elevaría a autoestima teniendo la posibilidad de salvar vidas sobre todos a sus cohortes.
A los medios de comunicación correspondería que informaran sobre estos hechos sin realizar sensacionalismo, no debería ponerse en primera página, ni explicar como se llevó a cabo. Debe darse la noticia compadeciendo al que se ha quitado la vida y no ponerlo como héroe o como valiente.
Es realmente importante que todos los profesionales de la salud estén informados sobre la temática. Punto sumamente importante porque los Adultos Mayores, en su mayoría, antes de realizar sus proyectos de suicidio realizan una consulta médica
Acerca de los dos puntos restantes, las investigaciones que se han realizado son muy pocas y en exclusividad de adultos mayores aún no existen y los programas de prevención de suicidio tampoco existen.
Otro recurso útil en la prevención es tener en cuenta si la persona profesa alguna religión. Esto le da sentido a su vida, otorga un significado positivo al dolor, a los problemas y al sufrimiento. Y eso siempre está ahí dando seguridad, consuelo, sociabilidad, siendo parte del sistema cultural del individuo, su familia o su comunidad.
Lo dicho hasta ahora de la religión está referido a su vertiente positiva pero hay que evaluar si no lo está a su polo negativo que genere en los individuos sentimiento de culpa, baja autoestima, procesos de represión no saludables y generadores de ansiedad, reducción del sentimiento de control interno y de la autonomía personal creando dependencia con excesiva confianza en fuerzas externas a las posibilidades del propio control personal.
Veremos ahora algunas teorías o características sobre suicidios en los Adultos Mayores específicas.
El prof. Dr. Sergio Pérez Barrero (1997) expone en su libro "El Suicidio, comportamiento y prevención" cinco características de los suicidios en los ancianos:
- Realizan menos intentos de autodestrucción
- Usan métodos mortales
- Reflejan menos señales de aviso
- Dichos actos son premeditados, reflexivos
- Pueden asumir la forma de suicidios pasivos (dejarse morir)
El tercer punto no es compatible con el resto de la literatura sobre el tema, pues la mayoría de viejos antes de suicidarse realizan una visita a algún profesional.
El Psicoanalista argentino Edgardo H. Rolla (1991) relaciona el suicidio de los adultos mayores a la desesperanza. Define la esperanza como la "expectativa de que un resultado sobrevendrá tal como lo deseamos" ( pág.185). Se basa en la teoría de Erick Erikson (1982) quien trata de formular desde una perspectiva psicodinámica, un modelo psicosocial del desarrollo.
El concepto de identidad cobra vigencia a partir de su formulación acerca del desarrollo humano y es una instancia central en la epigénesis del yo. Su aporte presentó la idea de proceso y de que la identidad se construye a lo largo del ciclo de la vida, superando las crisis que se establecen en los estadios, los cuales son ocho.
Erikson coloca la esperanza en la fase oral del desarrollo psicosexual, en el estadio de confianza básica versus la desconfianza en relación al respaldo social que recibe.
El ser humano en su desarrollo llegará a la vejez en el último estadio (VIII), con su última crisis, donde el individuo llegaría a la integridad versus desesperanza, siendo la integridad el último grado de maduración, encontrándose con un sentimiento de coherencia y totalidad respecto a como se ha constituido su yo y transcurrido su vida mientras que la desesperación es no haber logrado dicha coherencia y no ha finalizado los proyectos emprendidos y tiene la convicción subjetiva que ya no tiene tiempo para llegar a la integridad. Esto lo lleva a la depresión y a la regresión en busca de la esperanza y el apoyo social, y si este respaldo social no llega al anciano, surge en éste la idea del suicidio, que como sabemos es el principio del proceso que lo lleva al acto en sí, teniendo primero la idea, luego el plan y por último su realización.
Cuando el anciano se suicida, no es un acto impulsivo como el de los adolescentes, sino que suele ser "preparado, reflexionado y un tanto premeditado" ( Bouter,1982).
Esta descripción corresponde al suicidio activo, pero existe el suicidio pasivo donde el Adulto Mayor deja de comer, no toma la medicación, dejándose morir. Como vemos coincide lo expresado con los puntos señalados por el Dr. Sergio Pérez Barrero.
Vemos acá que se cruzan lo psicológico, lo social, lo cultural, que como hemos dicho es un problema multidisciplinario y como tal hay que tratarlo con equipos interdisciplinarios de profesionales.
La Dra .Graciela Zarebski (1999) nos habla de un proceso de envejecimiento que logra desarrollarse y llegar a constituirse desde un envejecimiento normal a otro patológico, encontrándose entre estos extremos un continuo de resoluciones . Todo dependerá del narcisismo de cada ser humano, a la flexibilidad y adaptabilidad de su Yo a los cambios que surgen en el transcurso de su historia de vida.
El concepto de anticipación en Psicoanálisis lo desarrolla Piera Aulagnier y Zarebski lo aplica para poder entender el envejecimiento y la vejez. La anticipación de esta etapa de la vida surge en la mediana edad. La sociedad, la biología, la familia, e imágenes de viejos actúan como espejos de la propia vejez. Pudiendo ver en cada uno de estos elementos, como se comportan con los actuales adultos mayores y como posiblemente nos tratará a cada uno de nosotros.
¿Cómo se define anticipar? Es traer el futuro al hoy. Es la imagen propia futura que se anticipa e impone una posible identificación lo que requiera un trabajo psíquico del yo. La cuestión fundamental en relación al envejecimiento, para el sujeto, es el proyecto de metamorfosis que se le ha planteado yo, reconstruyendo su historia y su continuidad identitaria. Pudiéndose reconocerse en ese yo futuro tendremos un envejecimiento normal.
Sin poder realizar el proyecto, con la imagen anticipatoria de su vejez, con la cual no se identifica, aparece el yo negativo, el yo horror. Lo que sería lo siniestro de la vejez. Cuando se dan situaciones de aislamiento, soledad, depresión, duelo, problemas económicos, afectivos, de vínculos, problemas de salud, invalidez confirmarían lo siniestro de la vejez y al no existe un yo flexible y con poder de adaptación para tolerar esa realidad, las defensas de negación y escisión propias del narcisismo se ven desbordadas para tolerar esas situaciones. No nos extrañaría que el anciano encontrara como única solución a su sufrimiento, el suicidio.
Al hablar de esta situación de sufrimiento en la vejez, no podemos dejar de volver a nombrar el modelo cúbico del suicidio de Shneidman, que toma como aristas de un imaginable cubo: el dolor psicológico, surgido de las necesidades psicológicas frustradas, a las perturbaciones donde se produce estrechamiento del pensamiento e impulsividad y las presiones tanto internas como externas. Cuando estas situaciones están al máximo y confluyen estaríamos ante una persona con el máximo de riesgo suicida
Hemos enunciando teorías del suicidio en la vejez, hablado sobre la vejez patológica y tratamos de exponer nuestra posición sobre las medidas que corresponderían tomar para la prevención de este mal social. Reitero que para prevenir el suicidio y sus consecuencias, es necesario que toda comunidad y en especial los Adultos Mayores, al igual que los profesionales tengan los conocimientos necesarios para detectar cuando una persona anciana se encuentra en riesgo suicida para lo cual deben saber las señales y los riesgos suicidas a los efectos de una prevención efectiva al igual que saber donde derivarlo.
Notas
1 Artículo publicado en: Facultad de Psicología de la Universidad de la República (2007) Envejecimiento, Memoria colectiva y construcción de Futuro. Memorias del II Congreso Iberoamericano de Psicogerontología y I Congreso Uruguayo de Psicogerontología. Montevideo: Psicolibros Universitario, pp.482-488
2 Servicio de Psicología de la Vejez, Facultad de Psicología, Universidad de la República. Uruguay. Licenciada en Psicología. Docente Asistente del Servicio de Psicología de la Vejez, Facultad de Psicología, Universidad de la República. Uruguay. Estudiante de segundo año de la Especialización en Psicogerontología, Facultad de Maimónides. Argentina. Estudiante de la Licenciatura de Antropología y Arqueología. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad de la República. Uruguay. Delegada de la Facultad de Psicología en la Comisión sobre Muertes Violentas (Homicidios, Suicidios y Accidentes). Ministerio de Salud Pública. Uruguay. Integrante del Equipo de Trabajo sobre Prevención de Maltrato en Adultos Mayores. Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría. Se obtuvo el Primer Premio en la presentación de la Primera Muestra sobre Maltrato en la Vejez en Montevideo en el II Congreso MERCOSUR de Gerontología y Geriatría Punta del Este. Uruguay. rsamaral@psico.edu.uy
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