Investigación à Psicoanálisis

Trabajos de Investigación Clínica y de Inserción del Psicoanálisis en diversas Áreas Temáticas
Investigaciones teórico conceptuales

Sobre fantasma y nombre del padre

Estefanía Guatruzzi Tamburi
estefaniagualtruzzi@gmail.com

 Introducción

Sobre Fantasma y Nombre del Padre propone el encuentro entre dos conceptos inherentes al campo de la neurosis, valiéndose del sustrato teórico para posibilitar hacia el final, la articulación con un caso clínico.  Lejos de buscar añadirle un cerrojo a la cuestión, anhela ser más que una presencia, diríamos encarnar su función, para abrir las puertas al deseo de seguir investigando.

 

Sobre Fantasma y Nombre del Padre

“Entrar en el mundo del deseo es para el ser humano experimentar lo primero de todo, la ley impuesta por eso más allá que existe, que nosotros lo llamemos aquí el padre ya no tiene importancia” . En el último grafo, Lacan introduce la forma del grafo completo al que llega a través de sucesivas superaciones dialécticas. Allí advierte que este último sólo es posible si se constituye la Metáfora Paterna como condición ineludible; siendo aquel que compete a las neurosis excluye así a las psicosis, de ahí su carácter de no universal. Como resultado de su recorrido, incorpora la falla en la estructura.
Resulta conveniente retroceder a fin de indicar que la neurosis puede pensarse como una forma de pregunta, un ¿qué quieres en cuanto a mí?, pregunta que nos remite a lo que está más allá de la demanda, el deseo. Si el sujeto (el cual Lacan ubica como existente desde los inicios por encontrarse inmerso en el mundo del lenguaje) dirige su pregunta desde este último, se enfrenta a una ambigüedad que Hegel logró resolver al definir al mismo como: el deseo es el deseo del Otro. De este modo, al dirigirse al Otro, el sujeto se halla con la crudeza del “no hay respuesta”. Ahora bien, Lacan plantea la posibilidad de una respuesta frente a la pregunta por el enigma del deseo materno y es a través del significante que representa la falta de significante en el Otro, más sencillamente el Significante Fálico, el significante del deseo.
¿Qué papel para el Fantasma?, primeramente enfatizar que es el nombre que Lacan le otorga a lo que Freud dio en llamar “Fantasías Inconscientes”. En su artículo “Pegan a un niño”, realiza una investigación respecto de las transformaciones de la economía del fantasma a través de las etapas del Complejo de Edipo, demostrando por esta vía la importancia central de la noción de la relación del sujeto con el significante, así como también el carácter de construcción que le es inherente. Esto no agota la cuestión, Lacan plantea “el sujeto tachado se constituye en el lugar del Otro como marca significante. Inversamente toda la existencia del Otro queda suspendida de una garantía que falta, de ahí el Otro tachado. De esta operación hay un resto, es el a” . El Fantasma, adquiere así su relieve entendido como aquel que cumple la función de asegurar un lugar en el Otro, esto sólo es posible si a este Otro algo le falta, dando lugar a la demanda que llevará al sujeto a preguntarse por el deseo del Otro ¿qué me quiere?. Por esta vía el niño podrá ubicarse en el lugar de objeto.
Más tarde será indispensable la caída de esta configuración para no quedar atrapado allí como
aquel que completa a la madre. Que el niño no colme el deseo materno constituye la consecuencia directa del hecho de que la madre desea otra cosa por fuera del niño-objeto, es así como “tropezamos” con el padre.
Ahora bien, en tanto el fantasma es aquella máquina capaz de articular el goce en deseo, esto solo es posible debido a que operó allí, siguiendo el recorrido propuesto, la Metáfora Paterna.
Al respecto, Lacan expresa, “la función del Fantasma terminal es manifestar una relación esencial del sujeto con el significante” . Cuando el sujeto apunta al Otro con su pregunta, se encuentra con un Otro atravesado por el significante, es el significante que falta. Esto instaura la necesidad de buscar un sustituto, algo que funcione de metáfora, he aquí el significante del Nombre del Padre como aquel que viene a metaforizar el deseo materno. A partir de aquí, el sujeto podrá dirigirse al padre para buscar esa respuesta encontrando así un lugar en el Otro.
Todos los significantes que están en el Otro poseen como núcleo la significación fálica. El significante del Nombre del Padre será el que designe que falta en el Otro un significante, el significante del deseo. En el lugar de la respuesta el sujeto encontrará un significante que dirá: No hay respuesta.
El Fantasma por tanto, estará determinado por el significante de la falta en el Otro. Si funcionó la Metáfora Paterna, los significantes que no tienen valor en sí mismos sino por oposición, darán la relación con el significado que es la significación fálica; de este modo, los  objetos del Fantasma serán comandados por el mismo.
La falla del Fantasma, que es también la falla del Nombre del Padre, es lo que desencadenará la angustia. En este punto, Lacan sostiene “Aquello por lo que el sujeto está afectado en la angustia
es el deseo del Otro...” y continua “está afectado de un modo no dialectizable y es en esto que la angustia, en el afecto del sujeto, es lo que no engaña” .

Un breve recorte clínico: 

Nombre: Dante     Edad: 30 años. Motivo de consulta: Refiere experimentar  momentos de angustia desde que se fue a convivir con su novia.
Durante la primera entrevista sostiene estar preocupado a razón de que si bien se encuentra enamorado de su novia no puede evitar el encuentro con otras mujeres.
En lo que respecta a su familia, enfatiza por el lado de su madre, recuerdos donde aquella hacía referencia a la dificultad de su marido para satisfacerla sexualmente a raíz de su impotencia. De su padre, refiere sentirse desilusionado por las reiteradas infidelidades de las cuales se habría enterado la familia por diversas vías.
A lo largo del tratamiento insiste en el discurso del paciente el anhelo de lo que él llama la obtención de un “consuelo efectivo” expresión que más tarde adquiere conexión, con la idea de la posible obtención de una “fórmula” que le posibilite atravesar los diversos avatares que su relación de pareja y sus interrelaciones en general le van suscitando.
Podemos intentar ubicar aquí algunos aspectos:
La pregunta ¿qué me quiere? le sobreviene en el encuentro con su pareja, pero su raíz podría situarse como siendo la pregunta originaria por el deseo materno.  Es la pregunta que lo hace estallar en angustia frente al enigma del deseo femenino y que lo conduce a la búsqueda de “consuelos efectivos”. Al respecto en una oportunidad y refiriéndose a su pareja expresa “es que nada la conforma”. Queda así sometido al goce materno  y enganchado a la búsqueda frenética de “algo” que venga a funcionar como tapón.
¿Qué decir del padre en este punto?, Lacan refiriéndose al padre de Juanito en el Sem. IV sostiene “hay el padresimbólico, hay el padre real; en la asunción de la función sexual viril juega un papel esencial la presencia del padre real. Para que el sujeto viva verdaderamente el complejo de castración, es preciso que el padre real juegue de verdad el juego. Debe asumir su función de padre castrador, la función de padre en su forma concreta, empírica” . Al respecto en una ocasión explicita: “actuaba más bien como un amigo, no como un padre”.
¿Cómo aventurarnos a pensar la cuestión fantasmática?, por un lado nos encontramos ante una madre de la cual el paciente atestigua no saber qué la satisface; por el otro, con un padre que lejos de ser impotente se satisface en otra parte y quizás como punto de intersección, lo que Dante presentifica una y otra vez al modo de lo que da en llamar la búsqueda de consuelos efectivos, más claramente, podríamos aventurarnos a precisar, que en su posición fantasmática emerge como aquel que viene a brindarse como el consuelo del Otro.
Permanecería así atrapado e insistiendo, justamente allí donde el estatuto del ser, ha adquirido el carácter de una fijeza que le imposibilita el acceso a una posición viril, justamente aquella, que lo convertiría en un hombre capaz de tener una mujer.

Estefanía GualtruzziTamburi
(2012)

 

Bibliografía:
Lacan, J: Sem. IV: Las bragas de la madre y la carencia del padre, cap. XXI, Ed. Paidós, 1956/7
Lacan, J: Sem. V: El Fantasma más allá del principio de placer, cap. XIII, Ed. Paidós, 1957/8
Lacan, J: Sem. X: Pasaje al acto y acting out, clase IX, Ed. Paidós, 1962
Lacan, J: Sem. X: Los nombres del Padre, clase única, Ed. Paidós, 1962
Lacan, J: Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente, Ed. SXXI, 1966


Lacan, J: Sem. IV: Las bragas de la madre y la carencia del padre, cap. XXI, Ed. Paidós, 1956/7, Pág. 251

Lacan, J: Sem. X: Pasaje al acto y acting out, clase IX, Ed. Paidós, 1962, Pág. 127

Lacan, J: Sem. V: El Fantasma más allá del principio de placer, capítulo XIII, Ed. Paidós, 1957/8 Pág.251

Lacan, J: Sem. X: Pasaje al acto y acting out, clase IX, Ed. Paidós, 1962

Lacan, J: Sem. IV: Las bragas de la madre y la carencia del padre, cap. XXI, Ed. Paidós, 1956/7

 


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