El lugar del amor en la cura
Leonor Oliva (x)
¿Resignificar las miserias,
por el sufrimiento que nos depara la vida
sublimándolo con amor y trabajo
para no sentir la falta?
Me pregunto.Introducción
Tomo la palabra CURAR, palabra más que cuestionada, no deja de ser beneficioso que así sea. Ya Freud advertía de no caer en el furor curandis.
Lacan dice al respecto: "el análisis cura por añadidura". Creo que algunos malos entendidos surgen del hecho de que la palabra CURA es un concepto involucrado a lo ideológico y también a una concepción médica según la cual la curación sería el retorno, el volver al estado anterior a la enfermedad.
El término curación en Psicoanálisis está pensado en una estructura que difiere de la medicina, ya que, en el campo del Psicoanálisis regresar, volver, retornar al estado anterior es la definición del Narcisismo, y el Psicoanálisis ¿podría dedicarse a reforzar el narcisismo?
Freud habla de transformar las miserias de las neurosis en el sufrimiento que nos depara la vida; también al hablar del fin del análisis, entre otras cosas, pone su atención en la importancia para el paciente de recuperar su capacidad para el amor y el trabajo.
Lacan nos dice: "curar en Psicoanálisis es remarcar lo incurable", remarcar el lugar de la falta, la castración. Curar no es promover la identificación con el analista o la adaptación al mundo. ¿Es cambiar la posición subjetiva?, comenzar a tener una posición diferente respecto al otro. Comienza a tener una transformación de sus fantasmas. No da lo mismo en sujeto que siempre estuvo sometido a otro que lo aplastó, llámese causa, padre, religión a que empiece a jugar su propia carta sin estar siempre esperando el permiso del Otro, su palabra, su deseo. Esto es curar para Lacan.
Enfermedad o cura tienen que pasar por igual puente: un cierto vínculo. Se trata de la posición sexual (hombre o mujer) que el sujeto toma ante el Otro, tomando a este Otro no como el tesoro de significantes, el que me significa, sino que en ello tiene una ley a la cual se la puede forcluir, aceptar, negar, etc.
"...Remarcar lo incurable"
"El escuchaba con avidez la historia de su vida
y ella lo escuchaba a él con la misma avidez,
comprendían con precisión el significado lógico
de las palabras que decían, pero no oían en cambio
el murmullo del río semántico que fluía por aquellas palabras"
La insoportable levedad del ser.
Milan KunderaEstoy en el difícil lugar de querer explicar lo inexplicable. Comenzando por los movimientos pendulares de la sexualidad humana, recorriendo actos fallidos, chistes, sueños y por qué no el amor. Deseo introducirme en un encuentro de alguna historia vincular, el analista y el paciente, Teresa y Tomás, estos últimos dos de los personajes de Kundera en : "La insoportable levedad del ser".
Es que el vínculo, el enamoramiento, se construye en un punto nodular, dos historias se entrecruzan y precipitan en una nueva estructura. Según como elabore esa pareja la salida de ese encuentro, de las defensas que utilice, de cómo procese la caída de la especularidad narcisista que sostiene dicho "encuentro enamoramiento" dependerá el ulterior destino vincular.
Intento describir algunos indicadores de este "encuentro" como un "inexplicable amor" y quiero hacerlo con una metáfora de dos sujetos que por casualidad se encuentran para volver sobre un pasado donde hay un niño.
¡Qué curioso!, para Tomás, Teresa era un niño, era un niño que alguien había mandado para que él lo recogiese. Esa condición de desvalimiento del objeto es crucial. Un niño requiere de alguien que pueda darle todo. Contaba con la posibilidad de ser todo para alguien, como quien maternalmente rescata a un niño de un cesto.
Se ofrece así como objeto único, como confluencia máxima entre deseo y necesidad, objeto proveedor de la acción específica. Si el enamoramiento recrea la búsqueda de un sentimiento oceánico y de fusión con el objeto, el otro (el objeto) es catapulado hacia un lugar. El Otro, contrapartida del desamparo originario. Tomás asocia al amor con la idea de no poder sobrevivir a la muerte del otro, significando el ordenamiento especular en que el vínculo se fundamenta.
El mito del rescate como explicación del amor
"Volvió a imaginar que Teresa era un niño al que alguien
había colocado en un cesto"
Kundera."...si la hija del faraón no hubiese rescatado de las olas el cesto del pequeño Moisés,
no hubiese existido el Antiguo Testamento"
La Biblia.
El Antiguo Testamento es un libro de Historia y Ley sobre la pulsión y el cuerpo (el uno y la pulsión).
Hay tantos mitos que comienzan con alguien que salva a un niño abandonado.
En Tomás prevalece la idea de un rescate, esto nos conduce de Teresa a Moisés y de Moisés a Edipo. Freud también postuló la fantasía de rescate en la vida amorosa y dice que al enterarse el niño de que debe la vida a sus padres, de que la madre le ha regalado la vida, su ternura y su omnipotencia se genera en él el deseo de devolver este regalo.
Teresa conoció a Tomás en un encuentro que duró sólo una hora, ¿Qué causa determina que un sujeto abandone su lugar, migre a otra ciudad en busca de otro sujeto que sólo ha conocido en un momento? Y no sólo buscarlo, sino "ofrecerle toda su vida", ¿por qué volvió Teresa?, ¿qué le había bastado de aquel encuentro para poner en sus valijas su "vida entera"?.
Es que la propuesta formulada por Tomás resultó para ella ampliamente seductora: dejaría de ser una camarera en un restaurante de una ciudad perdida y encontraría en Praga a su Salvador.
Sería rescatada por alguien que la cuidaría, que le pronunciaría palabras que ella misma no podía pronunciar (necesidad, demanda, deseo).
Retomemos la metáfora: "hay tantos mitos que comienzan con alguien que salva a un niño abandonado", el amor sin sexualidad por algo será.
Es que el mito pone en el escenario la otra historia, la que no está documentada. La historia circunstancial del deseo, ¿quién puede negar el inmenso peso de la fantasía, de aquello no sólo vivido sino que fue deseado vivir?
En la novela, Tomás no soportó los dolores que en la vida de una pareja produce el fin, la caída de la idealización sostenedora del enamoramiento.
No soportó porque la pareja si es que se sostiene, se sostiene en la sexualidad y jugar la sexualidad en serio es saber de la propia muerte y de que la relación sexual no existe. Sostener una pareja es soportar la soledad.
Si en pleno enamoramiento los aspectos reales del otro fueron desmentidos, a fin de conseguir una coincidencia virtual, ilusoria del "otro real" con el "otro pensado", ahora la distancia entre ambos retorna con furor.
"El otro pensado" organizado según el modelo de la vivencia de satisfacción es una reconstrucción cristalizada de lo que ya fue vivido, la investidura de una vivencia de placer ya acontecida que sostiene y crea el deseo de un encuentro futuro.
La identidad entre el "otro real" y el "otro pensado" no es más que una mera ilusión.
Coincidencias que nos permiten encontrar en lo real otro, un cuerpo, una palabra que sean experiencias efectivas de placer pero que inevitablemente darán cuenta de lo que falta, en una dialéctica incesante entre lo semejante y lo diferente en la que se constituye la realidad, "el yo decide contar sus monedas sobre la escena de la realidad". Piera Aulagnier.
Tomás y Teresa deben resignificar, deben producir algo, un hecho que permita recuperar el dominio, y que ilusoriamente reinstale el pacto del comienzo: una amante, un llamado, un intento de suicidio y nuevamente un naufragio (y otra vez el niño, el agua, el cesto...) y un nuevo rescate. La absoluta desigualdad en que el vínculo dio comienzo se vuelve a hacer presente.
Por algún tiempo se reistalará el deslumbramiento pasional.
Del enamoramiento al amor de transferencia
"considerar al amor a partir de transferencia brinda evidentemente la ventaja de una teoría analítica del amor, del amor analítico, es decir, del amor tal como se presenta en el transcurso de la experiencia".
"Algo nuevo en el amor. La estrategia de la transferencia en el Psicoanálisis".
Asociación de la Fundación del Campo Freudiano.Lacan plantea que la transferencia es un fenómeno en que están incluídos justamente el sujeto y el psicoanalista, un fenómeno esencial ligado al deseo. Intenta unir el concepto de sujeto supuesto saber a la idea de transferencia.
El sujeto al dirigirse al analista supone que él sabe, sale al encuentro del deseo, en la palabra "encuentro". El lugar de encuentro entre analista y paciente estaría formulado por la transferencia, justamente ese sería el abrochamiento. La transferencia sería el lugar de encuentro del deseo donde se uniría el deseo de lo que primero se formula en el discurso del paciente en demanda.
El vértice común donde se genera la línea de partida es el deseo del analista. A partir de centralizar la transferencia como vértice generador que apunta al deseo, hay que partir de la idea de que el analista tenga un deseo, desde el cual pueda oir, escuchar el deseo del otro.
El sujeto entra en el juego de la transferencia a partir del soporte fundamental que es el sujeto supuesto saber, sólo por ser sujeto del deseo, ¿qué sucede?. Sucede lo que en su aparición más común se llama efecto de transferencia. Este efecto es el amor. Es evidente que, como todo amor, solo es encontrado, como Freud nos indica en el campo del narcisismo. Amar es esencialmente querer ser amado. Lo que surge en el efecto de la transferencia se opone a la revelación. El amor interviene en su función, develada como esencial, en su función de engaño.
El amor es efecto de transferencia. Por un lado subraya la aparición del amor como algo que está en juego y por otra parte aparece como una situación de engaño que se opone a la revelación.
Freud dice que el amor es una resistencia pero a la vez, si lo sabemos instrumentar, nos va a servir para poder llevar adelante la cura.
La demanda es siempre pedido de amor, hay en la demanda un volver a pedir, que actualice lo que ya no podía aparecer. El último a quien recurrir para ser amado es el analista.
Pero en esa demanda de amor, el deseo de ser amado siempre aparece como la ilusión de recomposición narcisista.
Este concepto estaría relacionado con la autoestima, del amar como pérdida y el ser amado como restitución. "...el amor en sí mismo es anhelo y es privación..."; "La evolución del yo consiste en un alejamiento del narcisismo primario y crea una intensa tendencia a conquistarlo de nuevo, este alejamiento ocurre por desplazamiento de la libido sobre un ideal del yo".
El enamoramiento consiste en un desborde de la libido yoica sobre el objeto: "es amado aquello que posee el mérito que le falta al yo para llegar al ideal".
En tanto espera ser amado porque aquel que tiene lo que a él le falta, sólo porque él lo quiere, se lo va a dar.
De ahí que el objeto, de acuerdo a lo que la teoría plantea del enamoramiento ocupe el lugar del ideal... y ahí, Narciso y el espejo. Freud une este movimiento a la cura: se opera entonces en el sujeto el retorno al narcisismo para lo cual se elige un ideal sexual según el modelo narcisista, que posee los méritos que él no puede alcanzar, esto es la cura por el amor...". Sí, ¿amor de transferencia?. Así es: "el enamoramiento aparece, entonces, en la cura y el paciente absorbido por su enamoramiento..."; "... y esta transformación se ha producido en un momento en que suponemos que el sujeto va a comunicar o a recordar precisamente un hecho penoso intensamente reprimido de su vida, esto nos mostrará el camino que ha de conducirnos a los fundamentos infantiles de su amor, se descubrirá aquí la elección infantil de objetos y las fantasías a ella enlazadas.
¿Por qué el yo resiste a la cura y siente a ésta como un nuevo peligro?
¿Por qué no quiere someterse al principio de realidad?
¿Qué es la realidad?
Teorías que sostienen que el fin del análisis es la adaptación a la realidad del medio circundante, ya han sido dadas como intentos de respuestas.
¿Pero no será otra esa realidad a la que debe someterse el yo?
Punto final de un análisis, desilusión del sujeto que ve negada su demanda de completud. Roca viva. Resistencia del ello.
¿Por qué no insistencia del ello ante un yo que desde su narcisismo resiste a la implacable necesidad de renuncia?
¿Por qué renunciar a que no se es amado como deseamos ser amados?
Remarcar lo incurable, ser arrojados en nombre del amor, nuevamente y siempre solos hacernos cargo de nosotros mismos, de nuestro ser. Por amor somos nombrados, en nombre del amor somos escuchados. ¿Será sólo una metáfora que soporta la insoportable levedad de nuestro ser?
Hoy sólo nos queda el hablar como un puro juego de palabras a través del cual el hombre entra en la libertad del vacío. Sí, pero sólo hasta que el sujeto se anime a averiguar cuál es su pulsión.
La existencia del otro mundo que no es ni el cielo ni el infierno después de la muerte, sino la presencia del misterio en cada cosa de este mundo, permite el reconocimiento de lo otro, del otro a partir del yo que puede reconocer y que sólo es en la medida que se entrega al reconocimiento. Si hemos oído correctamente el murmullo y la provocación de la palabra que irrumpe en la pequeña morada de nuestro cauto ser, la morada ya no es habitable de la misma manera que antes. "Yo soy el que soy" con un fantasma que sostiene como los mitos lo hacen con la cultura, con un fantasma a las espaldas, en el mejor de los casos que permite la angustia necesaria para soportar el deseo que no se va a alcanzar (por suerte) o como dice Lacan: "Cada uno se apunta al corazón y no es alcanzado más que por un tiro que lo malogra".
Oir el murmullo es tolerar que la palabra
podría cambiar el curso de la pulsión,
pero para ello primero habría que aceptar
o concebir su existencia que es casi como concebirse.Notas
(x) Oliva, Dolores Leonor
Profesora de Enseñanza Media y Superior en Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de San Luis. Cursado y aprobado con evaluación final la totalidad de los ocho Módulos de la Maestría en Fundamentos Teóricos de la Clínica Psicoanalítica con una duración de ciento veinte horas cada Módulo.
E-mail: leoliva@unsl.edu.ar
Lugar de Residencia: Pcia. de San Luis. ArgentinaBibliografía
Lacan, Jaques. Seminario III, Cap. 11: "Duelo y Melancolía"
Lacan, Jaques. Seminario XI: "Transferencia"
Laurent, Eric. Cap III: "Final de análisis. Acting out. Pasaje al acto y pase"
Freud, sigmund. "Introducción al Narcisismo"
Freud, Sigmund. "El amor en la transferencia"
Kundera, Milan. "La insoportable levedad del ser"