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Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Hospital General de Agudos "Ramos Mejía"
Servicio de Psicopatología y Salud Mental

- Ciclo de Conferencias -
Problemas de la praxis
Ciclo de Urgencias

Urgencia y temporalidad

Patricia Ramos (x)

P. Ramos: Buenos días. Vamos a trabajar en este ciclo de urgencias y emergencias el texto de Lacan, que está en los escritos: El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada y, vamos a ver para qué nos va a servir ese texto en el abordaje de la urgencia. Antes de abordar el texto señalo dos o tres cosas para ir aproximándonos. En principio, para aclarar un punto esencial, quiero decir que, para distinguir si alguien está en una situación de urgencia subjetiva o no, no depende del ruido que haga en el pasillo del hospital, ni si viene acompañada por 40 familiares o no. Hace falta que quien dirima esta cuestión sea un profesional, quiero decir, que hace falta que alguien se tome el tiempo y el trabajo de dirimirlo. No es posible que esto se dirima de otra forma por más atribuciones clínicas que se tome cualquier secretaria del servicio de psicopatología. En principio, podemos decir que una situación de urgencia puede presentarse con cualquiera de estas alternativas:

De todos modos cuando es "a punto de..." no importa mucho que lo llamemos pasaje al acto o acting, no importa, lo pensamos después. De todos modos - ya que lo mencioné, les digo que - el pasaje al acto es mas anticipable que el acting out

Bueno, en cualquiera de estas situaciones, con lo que nos vamos a encontrar - y ahora vamos a ver como nos va guiando el texto - con una escena que, en primer lugar, es fragmentada, recortada que no incluye ninguna transferencia al profesional que va a tomar la urgencia, que la transferencia es a la institución, que entonces, la institución de la mano del profesional podrá ofrecer un alojamiento básicamente para que ocurra lo siguiente: desaparezca el cuerpo y surja algo de la palabra.

Básicamente el abordaje de una urgencia consiste en esto: que el cuerpo pueda ausentarse, el cuerpo en cualquiera de sus variables. Si tenemos un Yo disuelto, tenemos un cuerpo despedazado, si tenemos una melancolización tenemos un cuerpo afectado por esta identificación melancólica. Entonces, para que el cuerpo se ausente y aparezca algo de la palabra... incluso en el sentido que decía Freud... ¿por qué alguien que está muy angustiado puesto a hablar se empieza a calmar? Porque la palabra en sí misma permite un efecto de descarga de un significante a otro, va anudando, ligando esa energía, algo de eso se empieza a calmar, con el hecho de hablar, aunque lo pensemos inicialmente como un efecto catártico.

Entonces en este alojamiento que puede ofrecer la institución de la mano de un analista, pueden ser pequeños gestos que tenga alguien... puede ser nuestro nombre... puede ser decirle en cuántos minutos se lo va a atender... puede ser acercarle una silla... Estos pequeños gestos, si tienen efecto, no es simplemente por la importancia de la cortesía, sino que para nosotros implica un primer reconocimiento subjetivo. Es decir, si alguien va por el desierto y ve un jeroglífico seguro que significa que por ahí pasó un hombre, aunque no sepamos qué quiere decir ese jeroglífico estamos seguros que ahí alguien quiso decir algo. Para nosotros el sujeto es un acto de reconocimiento de derecho aunque sea por necesidad metodológica. Hay sujeto y este "hay sujeto" tiene un efecto para alguien que puede momentáneamente no estar reconocido como tal por sí mismo.

Entonces hay dos vivencias evidentes en alguien que está en una situación de urgencia. Una es la afectación de los lazos que tiene con los otros. Para que alguien esté en una situación de urgencia tiene que tener muy afectado los lazos con el otro, tema que vamos a ver introducido en el texto: qué pasa con los otros. En segundo lugar, hay una tensión temporal en juego en tanto el sujeto se encuentra en una evidencia subjetiva de un tiempo de retraso que lo hace apresurarse legítimamente.

Comentario: Podes repetir de nuevo.

P. Ramos: Sí, dije que hay una tensión temporal en juego en tanto el sujeto se encuentra en una evidencia subjetiva de un tiempo de retraso que lo hace apresurarse legítimamente. ¿Se entendió? Hay una situación de presente real, de presente permanente que se evidencia como eterno, hay una detención en este presente por oposición a lo que podría ser lo que tiene de discontinuo un significante que se desplaza, es lo opuesto a ese significante que se desplaza. Hay inmediatez, es un momento en donde ningún significante lo representa para otro significante. Hay una dimensión de actualidad.

La semana pasada, alguien comentaba en un pase de guardia que una señora estaba muy angustiada porque llegaba Octubre, porque en Octubre algo iba a pasar. Alguien podría decir "pero... para Octubre falta mucho, estamos en Agosto etc". Sin embargo, esta dimensión temporal se precipita como eterna y al mismo tiempo apresurada, "¡ya!".

La vivencia del tiempo que tiene el sujeto en cuestión, vamos a ver cómo está afectada y anticiparía al mismo tiempo el camino de la salida.

Bueno, además de que todos leyeron el texto de los escritos, para hoy, le pedí a Sandra Walsh, Gabriela Scalise, Silvia Aratzi y a Andrea Dieguez que nos contaran un poco en qué consiste este texto de Lacan, para poder pensar por qué lo introduje hoy para abordar esta dimensión de la temporalidad, en la urgencia. Chicas...

Lic. Silvia Aratzi: Bueno, el texto se llama El tiempo lógico y el aserto de la certidumbre anticipada. En este texto Lacan plantea un problema de lógica. Dice lo siguiente: "Hay un director de la cárcel y hay tres prisioneros. A cada uno le va a colocar en la espalda un disco. Hay 5 discos: tres blancos y dos negros. Cada uno puede ver el disco que tiene los otros pero no puede ver el que tiene sí mismo. Por una cuestión de conveniencia, ninguno le va a decir al otro de qué color es el disco que lleva el otro. Ya que el primero que adivine de qué color es su disco sale en libertad".

BLANCO BLANCO NEGRO

NEGRO NEGRO BLANCO

BLANCO BLANCO BLANCO

(Combinatorias posibles)

La cuestión es así: se plantean tres opciones que son las que puso Sandra en el pizarrón. Puede ser que haya dos blancos y un negro, dos negros y un blanco o tres blancos.

La cuestión es la siguiente: los círculos son tres blancos, con lo cual hay una primera opción que está descartada. Dos negros y un blanco, está descartada, porque cada uno ve dos blancos.

P. Ramos: El director de la cárcel le pone efectivamente tres blancos pero ellos no lo saben... cada uno ve dos blancos, con lo cual la segunda que está ahí en el pizarrón, está excluida. Las opciones pueden ser tres blancos o dos blancos y un negro. Lo que Lacan dice es que se trata de motivos de lógica y no únicamente de probabilidades.

Lic. Sandra Walsh: Para llegar a la conclusión hace falta de un mecanismo lógico.

P. Ramos: No se trata de una intuición o de una probabilidad.

Lic. Silvia Aratzi: Bueno, Lacan dice que después de cierto tiempo los tres salen diciendo que son blancos. Salen los tres al mismo tiempo diciendo que son blancos. ¿Y cómo llegan a esta conclusión?

Dice: "Soy un blanco y he aquí cómo lo sé. Dado que mis compañeros eran blancos pensé que si yo fuese negro cada uno de ellos hubiera podido inferir de ello lo siguiente: si yo también fuese negro, el otro, puesto que debería reconocer en esto inmediatamente que él es blanco, habría salido enseguida; por lo tanto yo no soy negro. Y los dos hubieran salido juntos convencidos de ser blancos. Si no hacían tal cosa, es que yo era un blanco como ellos. Así que me vine a la puerta para dar a conocer mi conclusión." Pág. 188.

Lic. Andrea Dieguez: Ahora vamos a ver cómo se llegó a esta conclusión.

Lic. S. Walsh: Para considerar el tiempo lógico de estas respuestas hay que considerar otros conceptos lógicos. Espera, vacilación, escansiones suspensivas y certidumbre anticipada. Lacan presenta una organización secuencial con respecto al tiempo lógico, diciendo, infiriendo tres instancias:

1- instante de ver

2- tiempo para comprender

3- momento de concluir

Son tres modulaciones, instante, tiempo y momento que corresponde cada una a distintas acciones. Ver, comprender y concluir. Explicaremos cada una.

1-El instante de ver:

Es la instantaneidad. Se expresa de modo impersonal. "Se sabe que". Por eso está descartada la primera opción, porque al ver que los otros dos tienen discos blancos, la primera queda descartada con un golpe de vista

2- El tiempo para comprender.

Implica un tiempo de meditación. Tiempo para comprender que la vacilación del otro provee de recursos para terminar con la propia vacilación, de la espera de los otros emerge la precipitación de juicio y la decisión de no esperar. Tiene en la inercia de su semejante, la clave de su propio problema.

P. Ramos: Recordemos que se trata, si lo trasladamos a una cuestión clínica, de que alguien pueda concluir qué rasgo porta sin saber que lo porta. Se trata de que alguien pueda concluir un atributo que porta y que no sabe que lo porta. Sigan ustedes.

Lic. S Walsh: "El sujeto se define por su reciprocidad con otros y cuya acción está suspendida por una causalidad mutua en un tiempo que se escabulle bajo el retorno mismo de la intuición que ha objetivado". Esto en relación a los otros.

En este tiempo de comprender, el sujeto queda detenido en una reflexión. Se introduce aquí, en una tensión temporal, en donde el tiempo de retraso respecto de los otros en ese movimiento mismo se presenta lógicamente como la urgencia del momento de concluir. Por esta modulación del tiempo, en esta segunda fase, se llega a la tercera instancia que es el momento de concluir. Es el aserto sobre uno mismo por el que el sujeto concluye el movimiento lógico en la decisión de un juicio. También podríamos llamarlo acto. La conclusión decanta en un consecuente alivio.

"Pasado el tiempo para comprender el momento de concluir, es el momento de concluir el tiempo para comprender."

No es uno sin el otro. Se reabsorben. El sujeto en su aserto alcanza una verdad que va a ser sometida a la prueba de la duda pero que no podría verificarse si no alcanzase primero la certidumbre.

P. Ramos: No podría dudar sino la alcanzase de manera anticipada.

Lic. S. Walsh: La certidumbre anticipada es el momento de concluir.

P. Ramos: ¿Algo más, chicas? Bueno, muchísimas gracias.

Dos cosas quiero agregar de esto que plantearon tan claramente este grupo que trabajó este texto para nosotros, hoy. Por lo menos, las que a mí me resultaron más difíciles de entender.

¿Por qué descartan las situaciones y en qué medida el movimiento del otro y la espera del otro es la que permite anticipar la certidumbre y finalizar el tiempo de comprender?

Lic. Isabel Bolotner: Discúlpame, Patricia. Los elementos en juego son instante y momento... Se diferencian de tiempo. Instante da inicio a un tiempo que concluye en un momento. Como una necesidad...

Lic. Mirta Guzik: Son tres modulaciones del tiempo. El momento tiene que ver con una decisión subjetiva.

Lic. I. Bolotner: El tiempo tiene que ver con un transcurrir. Instante y momento son puntuales.

Lic. S. Walsh: La tensión temporal está dentro del tiempo de comprender.

P. Ramos: Una de las cosas que dice Lacan, al principio del texto, cuando presenta el problema es que no pueden ver lo que portan, ven lo de los demás. Eso por un lado. Y por el otro lado, creo que es importante subrayar que el carcelero les dice que disponen de todo el tiempo necesario hasta concluirlo. Es decir, un instante de ver puede tomar suficiente tiempo para comprender. Disponen del tiempo necesario desde el principio.

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: El tiempo que sea necesario para su conclusión.

Lic. Andrea. Dieguez: No es el tiempo reloj.

P. Ramos: Disponen del tiempo que necesiten para que el que lo logre salga en libertad.

Pregunta: ¿Cómo se vería en la clínica el apresuramiento en concluir? Es decir... ¿en base al atributo de los otros puedo pescar un atributo que no sé?

Lic. S. Walsh: ¿Puedo hacer un comentario? Me parece que lo que Patricia dijo tiene que ver más con la dirección de un tratamiento. En cambio esto que nosotras leímos - porque este texto fue pensado para trabajar en el equipo de guardia - nos parece que falta el tiempo para comprender, que precipita el tiempo de concluir.

P. Ramos: A ver... pensemos y tomemos esta idea de Sandra: ¿Cómo pensar la urgencia? ¿Es algo que viene por la guardia? ¿Es algo que surge en un tratamiento? Vamos a seguir con el tema del tiempo en las urgencias, seguramente en el taller. Pero en principio, la urgencia no implica una precipitación del momento de concluir. En todo caso la operatoria de la guardia, del abordaje, permitirá abrir un tiempo para comprender que implique un momento de concluir. Lo podemos pensar en una guardia, lo podemos pensar en una sesión, en un tratamiento. Es decir, la riqueza que nos da el que se trate de un tiempo lógico nos permite jugar con esto. En cualquier urgencia hay cierta tensión que tiene que ver con un retraso en la temporalidad, que hace que el sujeto se sienta en un apresuramiento legítimo por concluir, apurado para que algo concluya. En esta tensión temporal, el sujeto se siente atrasado como respecto de algo.

En el ejemplo que da Lacan, hay dos datos claves que las chicas mencionaron:

Yo me lo escribí porque de memoria me resulta medio difícil. Supongamos que a cada uno de los sujetos vamos a llamarlos A B y C. El que habla es A.

A dice: si yo A, fuera negro ellos rápidamente concluirían que son blanco. ¿Por qué? Porque si yo fuera negro B, que vería a C como blanco y a mí como negro, no podría pensar nunca que él es negro porque entonces ese saldría rápido, porque C vería dos negros y entonces C saldría rápido. ¿Se entendió?

Lo que Lacan dice es que si hubiera dos negros estaría excluida la vacilación. O sea, se sabría rápidamente.

Lo repito de nuevo. Si yo soy negro B, que vería a C como blanco y a mí como negro concluiría rápidamente que él es blanco (B), ya que si él fuera negro, C saldría rápidamente. Está excluida la vacilación. Las tres modulaciones se reabsorben una en la otra. El instante de ver, el tiempo para comprender que finaliza en el momento para concluir.

Entonces, si fuera así dice, rápidamente concluirían. Insisto con lo de rápidamente porque por ahí viene la mano. ¿Qué dice Lacan? Hay un momento que es como un amague de los tres en salir y en quedarse. Ahí en la vacilación es donde el otro dice "¡momento! Si no salió él rápidamente entonces, no soy blanco". Va a volver a salir y el otro también... vuelve a pensar lo mismo, y hay ahí una segunda vacilación ¿se acuerdan?. Hay una segunda detención del movimiento. En la detención del segundo movimiento es que concluyen, cada uno, que son blancos y salen los tres al mismo tiempo. Este es mas o menos el ejemplo. No sé si me olvidé de algo...

Una cuestión importante que subrayaron las chicas es cómo está formulado el sujeto en estos tiempos. En los primeros dos está en transitivo e impersonal. "Se sabe que" hay dos negros y un blanco. "Veo que..." mientras que en el tercer tiempo, el momento de concluir, el moi, se presenta como un "yo sé". En ese momento hay un aserto sobre sí mismo.

Pregunta: (Inaudible acerca de la sensación de retraso)

P. Ramos: La sensación de retraso es un dato de la clínica. La sensación de urgencia, de estar urgido tiene que ver con una sensación de retraso subjetivo. Tengo que hacer algo, apurarme con algo. En el ejemplo estaría dado por "me tengo que apurar" para salir primero. La sensación de retraso es una evidencia clínica, de alguien en un momento de urgencia.

Lic. S. Walsh: El "me tengo que apurar" cede cuando aparece la certidumbre.

P. Ramos: Ahí ya está, salgo. Ya es el momento de concluir. Están reabsorbidos.

Bueno, veremos cómo lo podemos reordenar en la clínica.

Si hay algo que urge frente a esta inmediatez de la urgencia, de este tiempo, si del lado del analista algo de esta urgencia también se juega, estamos fritos. Cuando hablo de la urgencia me refiero a la sensación de tener que resolver algo rápidamente. Si nosotros también nos proponemos hacer algo rápidamente, se potencia la situación angustiosa de quien nos está consultando. Esto vale también para cualquier situación de crisis en una fobia.

Si alguien está en una situación de urgencia, de angustia una de las cosas que primero le hace falta constatar es que el otro no enloquece con su angustia, se puede angustiar todo lo que se le dé la gana que el otro no va a enloquecer por eso. Esto por una parte.

La situación de urgencia no puede quedar del lado del analista, ni para calmarlo, ni para hacer algo por él, etc., si la vivencia subjetiva de alguien es que "no hay tiempo", no hay nada que hacer. Piensen en una situación... se hundió el Titanic, el avión se cae, entonces nada... cierro los ojos... ¡qué sé yo!

Si no hay tiempo no hay más nada que hacer. No hay tiempo para nada. Si no hay nada de tiempo no hay nada que hacer.

Lic. I. Bolotner: Una de las cosas que se me ocurren, me viene a la mente una situación de la admisión que se transformó en urgencia por la emergencia de lo que trajo el paciente, se escuchaba esto: "no hay nada, no hay nadie, busco y no hay nada, nadie".

P. Ramos: Hay que constituir un alguien que espera, un tiempo: "Venga mañana".Hay mañana, por ejemplo.

Lic. I. Bolotner: Aportar la coordenada temporal.

P. Ramos: Si la vivencia subjetiva es que no hay tiempo, la enunciación de quien atiende es hay tiempo. Hable que hay tiempo. Si siguiéramos a Lacan en el texto diríamos: "Mire, va a tener que averiguar algo y tiene todo el tiempo que necesite". Hay tiempo para que usted averigüe esto. Para poder incluir la precipitación en la cita hace falta que haya tiempo, sino no se puede incluir esto. Para poder concluir - dice Lacan en este texto - hace falta incluir la dimensión de la espera. Por eso me detuve en ese movimiento de vacilación que hacen los compañeros del problema. La cita de Lacan es: "La instancia del tiempo cava el intervalo para que lo dado derive en la conclusión de una consecuencia respecto de lo que no ve de sí mismo" Pág. 194.

No es sin el otro.

Bueno, como efecto del mismo punto, digo que la urgencia está del lado del paciente y digo que no puede jugarse del lado del analista; si alguien supone que tiene que salvarlo también al otro, la situación puede hipertrofiarse. Más aún, si incluimos que la transferencia no está instalada, puede correrse el riesgo de hasta quedar instalado como único referente de una situación falsa. Incluso es interesante porque una forma de definir la transferencia la podríamos nombra así: la transferencia como ese tiempo de espera entre que se murió el último que sabía leer los jeroglíficos y que nació el próximo que sabría leerlos.

Lacan define a la transferencia como ese tiempo de espera a que algo pueda ser descifrado. La relación entre transferencia y tiempo también nos sirve acá para pensar en que algo pueda ser descifrado.

Entonces digo: no hay tiempo en la urgencia del lado de quien consulta y no hay transferencia tampoco del lado de quien consulta, con lo cual son ambas, situaciones que habrá que abrir. Vamos a ver cómo propongo que se abren. Estoy citando lo que para mí son los obstáculos que el analista puede incluir en la escena, en el abordaje de una urgencia. Suponer, por ejemplo, que tiene que hacer algo rápidamente, por ejemplo en una fobia. Lo que le diría al analista, el paciente sería: "no haga nada escuche solamente". "No haga tanto por mí, solamente escuche".

Alguien que creyera, por ejemplo, que sus palabras son muy importantes o que pretendiera alguna especie de reconocimiento de sus dichos, alguien situado así del lado del analista puede favorecer la posición objetal en la que se encuentre alguien o la posición de desvalimiento del sujeto, me refiero a una enunciación que podría ser similar a esta: "Espere que le voy a decir algo importante". No es que uno no pueda decir cada tanto algo importante, me refiero a la enunciación. Alguien que está en esa posición puede favorecer el aplastamiento subjetivo del lado del otro. Esto lo vamos a tratar de evitar para que haya algún efecto de subjetividad en el decir de quien nos esta consultando. Por ejemplo, piensen que no es lo mismo que alguien esté sumergido en el campo de la angustia a que alguien diga "estoy angustiado". Esto que puede parecer una pavada no es lo mismo. En el momento de estar sumergido en el campo de la angustia ni siquiera se puede nombrar angustiado. Ya que, que alguien puede introducir algo de sus dichos implica una primera distancia. Ya que vos me preguntaste Carlota sobre cómo pensamos topológicamente algunas cosas, acá tienen un ejemplo: Para tomar un taxi... en principio hay que estar fuera del taxi - ejemplo que dio J. Fukelman alguna vez - para decir estoy angustiado hay que tener mínima distancia respecto de ese campo.

Bueno, entonces, más que procurar alguna intervención salvadora convendría tener presente dos cuestiones.

La primera, si nos encontramos con alguna significación muy aplastante para el sujeto, la estrategia sería extraerla y hacerla vacilar. Si no encontramos ninguna significación en ninguna parte la estrategia sería ligar. Ligo escenas, significantes, recuerdos palabras, si no hay nada ligado.

Recordemos lo que decían las chicas: que este momento de concluir no es sin escansiones temporales, mociones suspendidas y vacilaciones. No es caprichoso que uno de los recursos que tengamos en el abordaje de la urgencia es sostener más de una entrevista en un corto tiempo. No es un azar. Cuando uno le dice a un paciente: "piense en esto que conversamos, lo veo en una hora o lo paso a ver en media hora", no es caprichoso. Es la posibilidad de incluir el tiempo de comprender. Incluye las escansiones, la posibilidad de vacilar, incluir lo que habló con la hija que la acompañó a la guardia, antes de volver a la próxima entrevista, en una hora, por ejemplo.

En ese sentido, una pregunta que nos podemos formular como Servicio de Salud Mental, es si el abordaje de una urgencia se reduce a dar un turno para admisión de manera más o menos urgente... o si la operatoria es ahí mismo. Además, como es una escena recortada... fíjense el ejemplo que da Lacan, ¡no se sabe nada! No se sabe cuánto hace que están los tipos ahí... no se sabe nada, es una situación sumamente acotada. Como la escena es recortada no importa si es ruidosa, silenciosa o no, la escena es fragmentada.

Recordemos la charla de Daniel Paola, cuando decía que hay algo de religioso en esto del abordaje de una urgencia, y es que Dios es el suicidio. Es decir, que no habría que inhibirse de preguntar todo, todo lo que puedan; es preferible preguntar demás.

Lic. M. Guzik: Además uno se da cuenta que, cuando uno pregunta, si el otro está en otra sintonía, no se engancha.

P. Ramos: Exactamente. Si algo de lo que preguntan pasa por arriba, no se engancha. En ese sentido es importante renunciar a cualquier abordaje pluricausal de la escena, no vamos a poder dirimir cuáles fueron todas las razones por las cuales se desencadenó este episodio. Alcanza con que extraigamos una significación para hacerla vacilar si es aplastante, o propongamos alguna ligadura que permita abrir a un instante de ver o a un tiempo para comprender.

Si la entrevista de guardia no es un ansiolítico, si algo se abrochó en el sentido que estamos diciendo, si algo se precipitó en el momento de concluir, donde hay un alivio subjetivo convendría que diéramos cuenta de lo que allí ocurrió. Convendría que pudiéramos reflexionar sobre que pasó en lo que pasó, por qué tuvo ese efecto lo que ahí ocurrió. Por qué eso alivió y no otra cosa.

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: Digo, dar cuenta después. Puede ser que sea la única vez que veas al paciente en tu vida, uno tiene que dar cuenta de qué pasó en esa entrevista y por qué. ¿Por qué se calmó, por qué no se calmó? No digo en el instante, digo después hay que poder dar cuenta. Alguna secuencia lógica hay para que alguien se vaya aliviado.

Lic. I. Bolotner: Pensaba que la secuencia lógica no se recorta al tiempo de la intervención de uno solamente, sino que tiene una inserción en la lógica de ese sujeto.

P. Ramos: Pero, como es una escena recortada, generalmente, no contamos con esos datos; sin embargo uno puede pensar que ocurrió clínicamente ahí, por qué se produjo alivio y por qué no. Habría que poder pensar cuál es la maniobra clínica que allí se instrumentó.

Lic. Giselle Lubiniacky: A veces pasa, por ejemplo, Patricia, que en el momento de la intervención no parece que haya habido demasiado movimiento; sin embargo, por ejemplo... me pasó de tomar una admisión y me encontré con una persona que yo misma había atendido por la guardia y me dijo que después de la guardia se sintió muy bien... Pero en ese momento yo me quedé con la sensación de que se fue igual que como vino. (Risas)

P. Ramos: Bueno es un buen ejemplo para pensar qué pasó con esa sensación inicial tuya, de dónde la extraés, tu sorpresa de después y poder pensar que pasó. Es una excelente ocasión para poder pensar eso.

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: Como es un acontecimiento puntual y recortado convendría poder hacer clínica de la experiencia de urgencia. Intentar todas las veces que sea posible hacer clínica con eso. Por ejemplo, tomar una experiencia x y decir yo me quedé con la idea de... y luego...

También pasa con algún paciente que, por ejemplo, interrumpió el tratamiento, vos te quedas angustiado y el otro resulta que está bárbaro. Después te lo encontrás dentro de tres meses y él te dice "no sabe lo bien que estoy" y vos estuviste preocupada tres meses. (Risas)

A veces la angustia queda del lado del otro, por ejemplo, el sujeto quedó más ubicado, más reconocido y la angustia quedó del lado del otro; por ahí eso nos habla de una posición en el fantasma. No sé... habría que ver en el caso a caso, pero me parece que, como desafió, como propuesta, sería interesante pensar la clínica de la urgencia en este punto.

Bueno, entonces la idea sería re abrir lo que está atascado de la palabra, lo que está atascado ahí. Del decir en primer lugar, del sujeto que pueda encontrar alojamiento en ese decir, en segunda instancia. Que haya, por ejemplo, alivio es un dato clínico que tenemos que ver cómo lo reorientamos.

Bueno... tenemos tiempo. Les cuento tres secuencias lógicas de tres situaciones de guardia.

Una, la primera es de una paciente que atendió Daniela Buquet, las otras dos yo. Voy a tratar de trasmitirles cuál es la secuencia que operó y por qué. (Corregime si me olvido de algo Daniela)

Voy llamar Juana a esta paciente que viene con papelito en mano de urgente, derivada de la guardia general con taquicardia, espasmos bronquiales, insomnio, presión alta, agitación desmedida. Me parece que es atendida en el equipo de hipertensos del hospital, vino a la guardia en la mañana muy temprano porque no podía respirar. Quiere ver a un psiquiatra, es peruana, tiene cerca de 45 años. Cuando se la invita a hablar simplemente dice de entrada que le hace falta tomar algo para dormir. Nada más.

La analista le dice algo más o menos con esta estructura: ¿Qué piensa que le hace falta tomar para poder dormir?. Se pone a llorar y cuenta que tiene en Perú un hijo de 8 años, más o menos, que vino hace dos o tres meses a ver a su otra hija que tiene 25 años, más o menos, que vive acá y hacia un tiempo largo que no la veía y se sentía muy culpable por esto. Parece que su hija estaba mal con el marido y esto hizo que ella se tuviera que venir. Ella dejó a su hijo menor al cuidado del papá en Perú y se vino, pero se había enterado que este hombre no se estaba ocupando bien del niño. Además el chiquito estaba con problemas de salud, parece.

Y a partir de ahí, más o menos a partir de ahí, le empezó todo esto. Digo, primero ella cuenta algo y la analista le dice: ¿y esto le empezó a pasar desde ahí más o menos? "Y si... más o menos doctora... sería". Ahí tenemos una primera ligadura.

Ella sigue llorando en la entrevista y dice que no sabe qué decisión tomar; si quedarse acá porque esta hija la necesita o si volverse a Perú porque el otro es tan chiquito... ¿Se entiende la situación?

Si yo sigo la lógica de lo que venimos diciendo, (¿qué piensa que tiene que tomar para poder dormir?) digo... lo que aparece es que no sabe qué decisión tomar, si volverse a Perú con su hijo chiquitito o quedarse acá que, también su hija la precisa.

Hicimos algunos movimientos con Daniela, ella salió, volvió a entrar, etc. Hubo movimientos de tiempos en esa entrevista que provocaron ciertas escansiones. La analista le dice algo así: esta decisión que tiene que tomar es de orden práctico, provisoria además. Se trata de una decisión que toma una madre que ama a sus dos hijos y, entonces, está dividida porque ama a los dos.

Piensen que si a alguien se le juega en esta decisión, una elección en relación al amor de los hijos, no se puede tomar esa decisión. Relativizado entonces, esto, que es una decisión coyuntural, transitoria, ver quien la precisa más en este momento puntual, se podría ir y volver... relativizar el contenido de esta decisión; y que cuando la tome probablemente pueda dormir. Bueno que lo piense y que si quiere puede volver al día siguiente, para volver a charlar del asunto. Pero, en principio, que lo que tiene que tomar es esta decisión que es una decisión coyuntural digamos. No es una decisión de vida.

Otra viñeta: La voy a llamar María.

Viene espontáneamente al Servicio, está entre furiosa y desmayada, también tiene cerca de 45 años, es viuda, con tres hijos adolescentes. Estudió de grande un oficio en el cual se intenta insertar - "cuesta entrar ¿sabe?"- me dice.

Ella trabaja de distintas cosas para mantener el hogar y tiene un decir bastante reivindicativo al respecto. Algo así como: "yo tengo que mantener a mi familia, porque yo estoy sola, soy huérfana y no tengo marido, y no puedo, etc".

Dice: no tengo, no puedo. Había tenido una situación laboral unos días antes bastante complicada para ella. Ella estaba en una situación de trabajo, grupos que salen juntos a trabajar y ella pensaba que estaba bien ahí. Pero, recibe de sus compañeros una sensación muy distinta, que ella no encajaba ahí, que tenía otro estilo, que no encajaba en ese grupo. No tenía la misma experiencia, estaba atrasada, etc.

Yo le pregunto qué otras opciones para poderse quedar en el trabajo tiene. Ella me dice muy furiosa: "si, ya me dijeron que piense a dónde me voy a ir." Yo le contesto que no se trata de que se vaya de ningún lugar sino de que entre en alguno. No se trata de que se vaya sino que entre y se quede. En esta situación simplemente ella hizo un gesto con los hombros de alivio corporal, me agradeció y se fue. Se ve que no le era fácil quedarse en un lugar, ¿no? No supe más nada.

Otra situación y con esto termino, la voy a llamar Rosa, ella vino al Servicio de manera espontánea, hace bastante tiempo. Lloraba, lloraba y decía a los gritos: "¿alguien me puede ver?, yo no doy más, lo que me pasó es para morirse. Me quiero morir, no doy mas, no doy más."

Ella no podía esperar para hablar. Tenía cerca de 55 años y solicitaba con tanta premura hablar de lo que le pasó como un certificado de invalidez por depresión. Yo le digo que esto último lo vamos a dejar en suspenso por ahora hasta que hablemos de aquello que la estaba angustiando tanto y que después vamos a ver. Ella esta juntada - como dice - en segundas nupcias con un hombre del que dice que no ama, tiene una hija del primer matrimonio, ya adulta y trabaja en una dependencia estatal.

Trabajo que se le hace imposible de sostener por su depresión, dice. La depresión la tiene desde siempre, pero se le hace imposible trabajar desde que se enteró que era adoptada. Fue hace unas semanas atrás. Ocurrió que entre algunas discusiones agresivas con su madre, que ocurren desde siempre, la madre le dijo que ella no era su hija, que era adoptada. Y ahí se vino todo abajo para ella, quiere que un psiquiatra le firme una licencia por depresión, por invalidez psiquiátrica, incluso. Yo le pregunto por estas discusiones agresivas con la madre frecuentes, por este marido que no ama y por qué si esto le pasó hace una semanas, esta desesperación le agarró hoy.

Ahí aparece otro llanto y un amante que promete separarse y no cumple. Ella le dice entonces al amante: Algo así como: "hace tiempo que me decís estupideces","ya no te creo más". Yo le digo que se ve que ella es capaz de dudar de lo que él dice, incluso que puede pensar que él dice estupideces... de hecho todos decimos estupideces, ¿por qué no pensar que su madre también dice estupideces?. Ahí para de llorar y dice enojada: "¿Por qué me dijo entonces, eso mi madre. ?" ¿Ve? - le digo- usted está enojada con su madre porque le dijo eso, porque es su hija.

¿Se entiende?

Comentario: No importa la cuestión de sangre.

P. Ramos: No, ¡claro! Está enojada en tanto hija, ya que su madre le dijo tamaña estupidez.

Bueno, esta paciente al tiempo solicitó análisis. Vino unos meses después, derechito a pedir. La intervención fue solo esta: Y sí... claro ¡cómo no va a estar enojada con su madre si le dijo esa estupidez!

La primera escansión: estupideces. La segunda: madre-hija. Bueno, más o menos hasta acá.

Hay una cita de Lacan en el texto que quiero leerles y que es esta: "... el retorno mismo del momento de comprender bajo el cual tambalea la instancia del tiempo que lo sostiene objetivamente continúa en el sujeto en una reflexión en la cual esta instancia del tiempo vuelve a aparecer bajo el modo subjetivo de un tiempo de retraso y se presenta como la urgencia en el momento de concluir..." Pág. 195.

Yo pararía acá, para charlar un poco. Daniela, no sé si querés agregar algo de esa guardia o por ahí, yo la sinteticé demasiado.

Lic. Daniela Buquet: Fue una entrevista, nada más.

P Ramos: Sí, fue una entrevista, nada más. ¿Que ubicó? ¿Qué había que tomar para poder dormir? Fue invitarla a tomar una decisión, en lugar de tomar un antidepresivo, digamos.

S. Walsh: ¿Podemos pensar puntualmente algo de estos momentos?

P. Ramos: Dale.

Comentario: Tomemos un caso.

S. Walsh: El último, por ahí.

P. Ramos: El último tenía más despliegue. Ella viene llorando, dice puede que alguien la vea, ahí hay algo en relación a que ella no ve. Pide un certificado de depresión, un ansiolítico, casi todo junto. Depresión desde siempre, peleas con la madre desde siempre. Y se enteró que era adoptada y se le fue todo al diablo. ¿Qué‚ más? Las discusiones con la madre.

Pregunta: ¿Cómo ubicar la detención temporal, el tiempo de retraso que la hace apresurarse?

Lic. Ivonne Meggiolaro: Ella, desde el vamos, trae un cartelito pegado. Ahí es como si ella ya supiera. Se le desata algo...

P. Ramos: Por un lado, hay una significación que se le presenta a ella como aplastante. Es adoptada con lo cual se le tira abajo todo su linaje.

Comentario: Esto la hace vacilar.

P. Ramos: Esa significación la hace vacilar. Pero hay una anterior, la de la estupidez.

Lic. M. Guzik: Me parece que hay un doble movimiento. Hay dos pedidos de ella. Ella quiere que la vean, por un lado y, por otro lado, lo que pide es que corroboren el cartelito que viene portando de discapacidad por adopción.

P. Ramos: Quedó discapacitada con esto, digamos.

Lic. M. Guzik: Por un lado, lo que vos haces es verla, en el sentido de alojar ese pedido y por el otro lado, desplegar lo que ella está pidiendo en relación a este cartelito que viene portando y cuál es el efecto que tiene en ella.

P. Ramos: Sí, esa era la intención. Primero la voy a escuchar y después vamos a ver lo otro. No le digo que no, le digo vamos a escuchar y a ver.

Lic. M. Guzik: Yo atendía a un paciente - hace muchos años de esto- en un momento determinado, la mamá de este nene a quien yo atendía vino pidiendo un certificado de invalidez, que en todo caso, lo que traía era todo un funcionamiento parental o familiar. Ahí, poder abrir en esa situación qué significaba para esta madre llevarse este certificado de invalidez... lo que en realidad ella traía era una demanda en relación a una cantidad de dinero que no aportaba el marido y que en todo caso iba a aportar el pibe con el certificado.¿Sí? Entonces, yo pensaba en este doble movimiento y, en todo caso, si ella podía reconocer esa situación.

Hay un doble movimiento que tiene que ver con el tiempo y con la posibilidad de esperar, con que uno pueda contar digamos, del lado de quien escucha, de quien recibe. Tiempo de escuchar y de abrir - como decís vos - qué es lo que quiere decir esto para la persona que trae este cartel. Son dos operaciones.

P. Ramos: La urgencia de ella es que alguien le dé ese certificado y listo. Que se la certifique en este lugar invalidado. Ya uno puede pensar - si pensamos en la lógica de la angustia, en tanto la angustia aparece cuando no sé que objeto soy para el otro - en qué lugar estaba identificada esta mujer. Cuando sé qué objeto soy para el otro, a lo sumo puedo estar identificado melancólicamente: "Soy una mierda" La angustia es el momento donde no sé del todo qué soy para el otro, es el momento donde ella solicita que se la devuelva a ese lugar invalidante.

Lic. Myriam Zarza: Hay otro movimiento, porque vos la sitúas como hija.

P. Ramos: Sí, en la segunda parte, en el segundo movimiento.

Lic. M. Zarza: Ahí vos convalidas ese enojo.

P. Ramos: Sí, legitimo el enojo en tanto hija de esa madre.

Lic. S. Walsh: Pones en suspenso la palabra de la madre.

P. Ramos: Yo diría, insisto, en los dos movimientos que también subrayaba Mirta: primero la estupidez. Eso permite descomprimir la significación del Otro, hacerla vacilar. Luego, se trata de volverla a filiar como hija. Cuando yo le pregunto si esto que le pasó con su madre fue hace dos o tres semanas, por qué está así hoy, si le pasó algo hoy o ayer. Ahí cuenta lo del amante. Cuando le dice: "no te creo más, me decís estupideces..." Ahí dije: ¡bingo! Si ella es capaz de decirle al tipo que dice estupideces, puede también suponer que haya más gente en el mundo que diga estupideces. Incluso yo, por supuesto: "Escúcheme una cosa ¿no decimos todos estupideces cada tanto? - bueno, yo pienso que la mayoría de las veces decimos estupideces - tampoco me va a tomar al pie de la letra, ¿no?". Eso permite abrir a que la madre diga estupideces. Ahí se enoja. Y yo le legitimo el enojo, porque no es la vecina la que se enoja, la que se enoja es una hija de esa madre.

Pregunta: ¿Eso sería que alguien pueda concluir que porta un rasgo sin saber que lo porta?

P. Ramos: Por ejemplo, ella queda invalidada, desadherida de ese rasgo. Después el análisis de esa mujer pasó por otros lados. Aunque esto de la invalidez, estuvo presente hasta el final.

Lic. I. Bolotner: En el texto se hablaba que no se pone un límite de tiempo; sin embargo, el que hace la propuesta dice que hay tiempo pero no dice cuanto. El tiempo se arma, desde quien habla, de que su apresuramiento o no tiene que ver con el tiempo que supone que el otro detecta de lo que él lleva puesto.

P. Ramos: ¿Cómo?

Lic. M. Guzik: Algo así como la relación lógica entre el tiempo y los otros.

Lic. I. Bolotner: El tiempo se arma en el ejemplo del libro en función de que. el tiempo es algo llano y no hay límite, el límite se le pone: bueno... no tengo apuro en tanto me adelante a lo que vaya a suponer que va a decidir el otro.

P. Ramos: ¿En relación a la prisa subjetiva, decís?

Lic. I. Bolotner: En relación al ejemplo, esta mujer hace un pedido sin tiempo. Hay dos enunciados. Uno dice quiero que me vean y el otro quiero que me den un certificado. Y vos ponés un tiempo, no decís no al certificado. Este tiempo que vos armás permite pensar más lejos, que es donde vos empezás a detectar qué operaciones se van a poner en funcionamiento.

P. Ramos: En realidad, cuando ella viene diciendo esto, hay una primera cosa que se detecta. Ella dice desde que "soy adoptada" y el derrumbe. Ahí hay algo que la está aplastando. Hay una significación aplastante, no como en el primer caso, la guardia que tomó Daniela, en donde no estaba ligado para nada su estado de ánimo a la decisión que tenía que tomar. Ahí no había ninguna relación de la que dispusiera el sujeto. Por eso decía que son operaciones de ligadura que tendían a un efecto de significación o hacer vacilar una significación que está aplastando la subjetividad. Ella dice: "desde que soy adoptada..." No se sabe qué quiere decir esa significación pero la está aplastando. Entonces, uno puede tener idea de que algo de esto va a tener que tocar, aunque sea en una sola entrevista. Después cuando dice "amante-estupideces dije..." bueno, se habilita ahí... me agarro de eso. Me parece que yo le dije: se ve que usted puede hace esto, no es alguien que estaba sometida todo el tiempo. Le dijo al amante: "no me digas mas boludeces. No te separás nunca, no te creo mas", etc. Ahí, ese otro no estaba incastrable, era a la madre que había que castrar en su consistencia. Porque que ella diga que es adoptada ¿qué quiere decir?¿Qué no es su hija? Después veremos cómo se articula la opción hija, madre, sanguíneo, no sanguíneo, se puede abrir para después en principio...

Lic. Karin Sarudiansky: Yo no quiero hacer de esto una supervisión pero quería comentar acerca de una situación que me pasó en la guardia en donde yo sentía que no podía operar ahí con la palabra, no sé si pudimos hacer algo más allá que derivar... La paciente viene con un intento de suicidio, intento que no llegó a cometer, con pastillas y dice que el marido tiene una amante, ella se entera el marido volvió con ella y ella sabe que el marido lo hizo para que no se vuelva a suicidar, pero sabe que el tipo la puede volver a dejar, entonces ella volvería a intentar matarse.

Desde mi lugar, yo estaba muy callada pero, ¿cómo operar para que deslice un poco, para que no sea tan fijo?

P. Ramos: Mirá... uno puede a autorizarse a preguntar incluso algún "disparate", si se quiere: "¿Y qué gana usted con matarse si se va a quedar co n la otra?", por ejemplo. (Risas)

Yo me acuerdo cuando a una paciente le dije: Ud. se mata y lo deja con la otra, ¿cuál es la ganancia que tiene usted en esto? ¿Es tonta o se hace? (Risas)

A otro, que una vez dijo que se quería matar (tenía varios intentos a cuestas) y me decía que así al menos la mujer y los hijos podían cancelar la hipoteca del departamento... Le dije: Mire que por suicidio, no sólo que no se cancela sino que tienen que pagar, hay una cláusula específica. Digo, no nos olvidemos que cuando la situación se plantea de tragedia (no quiere decir que no nos tomemos las cosas como son en serio, tampoco cargarlo al tipo) pero, uno puede introducir alguna lógica que sea diferente. Y ¿por qué matarse? ¿por qué esta con otra? ¿por qué no le da una patada en el culo, mejor? (Risas) Digo, abrir a otras alternativas.

Lic. K. Sarudiansky: Por venganza, decía.

P. Ramos: ¿Y la venganza donde está en eso que dice?. Uno podría decir es una alternativa, capaz que hay otras. El intento es abrir a que la única posibilidad frente a esa situación no es matarse.

Lic. A. Dieguez: Es lo que hablaba Daniel Paola cuando hablaba de un hecho de Hipermnesia, ¿te acordás? De algo que está coagulado, y digamos... lo que uno trata es de abrir y de descoagular, como de ir desgajando.

P. Ramos: Sí, abrir, bueno matarse, ¿pero después qué ? Usted no se entera pero la otra se queda ahí en su casa...

Lic. K. Sarudiansky: Es una situación que suele presentarse habitualmente, pero yo me quedé muy tomada de la tragedia.

P. Ramos: No digo desmerecer la tragedia. No es cargada. Es como abrir a que alguien piense que es una salida pero que hay otras. Ella puede elegir lo que quiera pero porque no evaluar primero que hay otras.

Lic. M. Guzik: Es introducir la posibilidad de reflexionar.

P. Ramos: Es abrir el tiempo para comprender. Usted ve que el está con otra, usted ve que él lo va a volver a hacer. ¿Qué hace con esto que ve?

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: Por eso, no es lo mismo hacer algo que comentar sobre lo que se va a hacer, no es lo mismo estar angustiado que decirlo.

Lic. Mariel Ramírez: Con esto que decías recién, ¿se puede pensar que un paciente llega a la guardia con el instante de ver?

P. Ramos: A veces, ni siquiera. La relación temporal que atañe a una urgencia, a veces, hace imposible el despliegue de cualquiera de estos tiempos. Esta tensión temporal en donde todo es actual, presente, eterno. A mí me da la impresión que el instante de ver es lo primero que se introduce. Algo así como "Vea que hay dos discos blancos, espere vamos a mirar."

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: La dimensión del tiempo está de la mano que sea un profesional el que se siente, le diga pase, cuénteme, tengo todo el tiempo del mundo para usted. Es decir, hay tiempo. La primera enunciación es hay tiempo ahí donde la subjetividad dice no hay tiempo. Por supuesto que está todo cerrado... sino no sería una urgencia. Por eso hay que abrirlo, a veces se abre mas fácil y otras no.

Lic. G. Lubinieky: Depende de qué caso tengamos, porque por ahí en una psicosis es mas difícil. Me pasó con una adicción: una persona con un síndrome de abstinencia que decía sino me inyectan me corto, me corto. Ahí, no había tiempo, eso era ya. Yo intervine pude hablar un poco pero la inyección se la tuvieron que dar.

P. Ramos: Bueno; esa puede ser la intervención. Que se tome el tetra-break y vuelva porque así no puede hablar... Si tiene un síndrome de abstinencia muy fuerte se tiene que dar la inyección y después hablamos. No digo que vas a evitar la inyección con esto, a lo mejor no se puede evitar la inyección. Se puede primero intentar y a lo mejor se puede decir se pone primero la inyección ya que tiene un síndrome químico muy fuerte y decirle igual me interesa hablar con usted, me interesa escucharlo igual, tiene cosas para decir. No digo que lo vaya a evitar. A veces, claro, primero hay que coser a la paciente que se cortó las venas, luego podremos intentar hablar y abrir el espacio. Si hay una acción médica involucrada en la urgencia primero está la acción y después la palabra, el tiempo, etc. No digo que siempre tengamos la posibilidad de detener la acción. A veces hay que bancar que la acción transcurra.

Comentario: (Inaudible)

P. Ramos: No. Me parece que el valor que para mí tiene el hacer lectura de lo que ocurrió en la urgencia es que al paciente lo ves una sola vez, a veces y, a lo mejor, el paciente nunca más ve a nadie. Por lo que sea, capaz que no ve a nadie más. Por eso se trata de una ocasión. Bueno, muchas gracias a todos. Especialmente a las colegas que prepararon el texto para nosotros.

Público: Aplausos.

Notas

(x) Lic. Patricia Ramos, Coord. de Docencia e Investigación, Servicio de Psicopatología y Salud Mental, Htal. Gral. de Agudos "Ramos Mejía" - patryramos@fibertel.com.ar - ramos_mejia_publicaciones@hotmail.com

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